Redacción. La comunidad artística de Honduras está consternada. La reconocida actriz hondureña Diana Calderón (49), fue brutalmente asesinada por su pareja sentimental en su residencia en Las Palmas de Gran Canaria, España.

La noticia ha provocado una oleada de reacciones de indignación, solidaridad y profundo dolor.

Calderón, con una destacada trayectoria en el Teatro Nacional de Honduras y recordada por su emotiva actuación en la adaptación cinematográfica de «Cipotes», obra literaria del icónico Ramón Amaya Amador, fue hallada sin vida con signos evidentes de estrangulamiento.

Las autoridades españolas confirmaron que el caso se investiga como un femicidio y permanece bajo secreto judicial.

El presunto autor del crimen, un ciudadano colombiano de 43 años, fue capturado por la Policía Nacional de España en una estación de autobuses en la ciudad de Málaga, Andalucía.

Según informes policiales, el hombre intentaba abandonar el país tras cometer el crimen.

Se encontraba en situación migratoria irregular, lo que facilitó la activación inmediata de una alerta nacional tras el hallazgo del cuerpo de la actriz.

El doble dolor de una familia rota

A esta tragedia se suma una pérdida aún más desgarradora. En Honduras, la madre de Diana, doña María Calderón, falleció de un infarto fulminante al conocer la noticia del asesinato de su hija. La información ha generado una profunda empatía en la sociedad hondureña y española.

Reacción del presidente de España

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se pronunció al respecto a través de sus redes sociales, expresando:

“Mi cariño y solidaridad con la familia y seres queridos de la mujer asesinada en Las Palmas. Unidad, fuerza y firmeza desde todas las instituciones frente a esta violencia estructural que atenta contra los valores de nuestra sociedad”.

Sánchez prometió que el caso no quedará impune y reafirmó el compromiso de su gobierno contra la violencia machista.