Tegucigalpa. El ambiente electoral se calienta a medida que se acerca la declaratoria oficial de los resultados de las elecciones internas el 8 de abril. Los dimes y diretes entre funcionarios, diputados, consejeros, militares y precandidatos se han convertido en el pan de cada día, alimentando la tensión y desconfianza en el proceso electoral. Las acusaciones de manipulación y supuesto fraude electorales se multiplican, generando un clima de incertidumbre en un contexto ya tenso debido a las elecciones internas del 9 de marzo.

En las últimas horas, el consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, utilizó su cuenta de X para hacer públicas graves acusaciones sobre la posible inflación de votos a favor del Partido Nacional y el Partido Liberal en el escrutinio especial. Ochoa anunció que presentaría una denuncia ante el Pleno, el CNE y el Ministerio Público, exigiendo una investigación sobre quienes supuestamente inflaron los resultados en diversas mesas de votación. La denuncia fue rápidamente criticada por algunos miembros de la oposición, quienes la catalogaron como un intento desesperado del Partido Libre por deslegitimar los comicios.

Sin embargo, Ochoa no se limitó a anunicar denuncia. Continuó publicando en sus redes sociales, donde mostró una imagen de un acta de la Junta Receptora de Votos número 4833 del Partido Liberal, ubicada en la colonia Miguel Morazán, municipio de Nueva Armenia. Según Ochoa, en dicha acta se reportaron 274 votos, cuando en el dispositivo biométrico solo se registraron 255 electores, lo que supondría una diferencia de 19 votos inflados.

En su mensaje, Ochoa acusó al Partido Liberal y al Partido Nacional de estar manipulando los resultados y pidió a las autoridades que detuvieran lo que calificó como un intento de fraude en ejecución.

Lo que Ochoa no esperaba fue la respuesta inmediata de Rashid Mejía, virtual candidato a diputado por el Partido Liberal en el movimiento de Salvador Nasralla. Mejía, también a través de su red social X, mostró un acta en la que supuestamente el Partido Libre habría inflado los votos.

Según Mejía, en dicha acta se pasó de 301 votos a 403, lo que también fue calificado como una manipulación de los resultados. «Señor Marlon, ¿aquí qué pasó?», cuestionó Mejía, quien también expresó que «De 100 en 100 cualquiera, sentenció asegurando y ni aun así les van a ajustar los votos. Se van porque se van», concluyó.

Este intercambio de acusaciones y las denuncias cruzadas entre los diferentes partidos políticos aumentan la incertidumbre sobre la transparencia del proceso electoral. A medida que se acerca la fecha para la declaratoria oficial del 8 de abril, la presión sobre las autoridades electorales sigue creciendo, y la confianza en el sistema parece más comprometida que nunca.