Extrañado y alarmado a la vez, el pueblo hondureño resulta un expectador de la repentina sublevación de policías de las Fuerzas Especiales.

Los primeros atisbos de la sublevación fueron intuidas durante la noche del martes, ante el hermetismo de todas las fuetnes oficiales. Hoy el panorama resultó evidente, aunque no más claro, con una declaratoria de los policías rebeldes en odnde incluso pidieron "disculpas" a la población por las veces en que los han repremido.

En un afán de apacinguar los ánimos, pero no sabemos con qué semblante, pues nunca hubo acceso para los periodistas, el director nacional de la policía, comisionado, José David Aguilar Morán, fue corrido del cuartel con gases lacrimógenos por sus propios subalternos.

Aquí otro ángulo de la desesperada huida del comisionado Morán, al verse rechazado y quizá amenazado, por los policías en rebelión, algunos periodistas trataron de 'arrancarle' algunas declaraciones, pero sin duda, en lo menos que podría estar pensando en ese momento, debió haber sido en cómo hilvanar ideas para poder explicar este caos.

Al tomarlo como un triunfo, los policias rebeldes celebraron con ráfagas de sus fusiles, lo que sin duda debió ser motivo de pánico entre los vecinos.

A esto, siguió un proceso de 'ablandamiento' hacia sus compañeros que aún permanecían en sus labores habituales, es asícom o varias estaciones policiales fueron objetivo de bombardeo lacrimógeno, como este de la colonia Kennedy.

Además de eso, quienes estan asignados al aseguramientos en diswitntos puntos de la capital, ante las constantes tomas de vías públicas, fueron 'convidados' a abandonar tales asignaciones y concentrase, pero no poderse constatar en dónde. Esto sucedió en el bulevar Suyapa.

Ya hacia las últimas horas de la tarde, una gran carabana de patrullas policiales ingresaron a la sede de las Fuerzas Especiales, ya con agentes de la Policía Nacional y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), por lo que se sospecha que el apoyo ala rebelión va en crecimiento.