Tegucigalpa. Una fotografía del diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Juan Barahona, tomando agua mientras espera ser atendido en un reconocido hospital privado de la capital, ha desatado una ola de críticas en redes sociales.

La imagen que se viralizó a través de Facebook, muestra al congresista en la sala de espera de una clínica exclusiva, lo que ha generado indignación entre muchos hondureños, quienes se preguntan por qué no acudió al Hospital Escuela o al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), centros públicos que según su propio partido, «ofrecen una atención de calidad y digna para el pueblo».

“¿Y el sistema de salud del que tanto presume Libre? ¿No que era excelente?”, fue una de las muchas preguntas lanzadas por usuarios en redes, donde no tardaron en llover los comentarios contra el diputado y su partido. El término “socialista de champán”  también fue utilizado para describir no solo a Barahona, sino a otros funcionarios que, según los internautas, pregonan revolución, pero viven como burgueses.

Para muchos la escena no es sorpresa, sino una muestra más de la hipocresía de ciertos políticos que, mientras el pueblo sufre en pasillos abarrotados y sin insumos, ellos optan por la comodidad de clínicas privadas con aire acondicionado, médicos de cabecera y café gourmet.

Hasta el momento, el diputado no se ha pronunciado al respecto. Pero la indignación de los hondureños es evidente, ya que el sistema de salud pública en el país no mejora y en muchos hospitales no se encuentra ni el cuadro básico de medicamentos y obtener una cita con un especialista puede tomar hasta seis meses, mientras los pacientes mueren esperando atención.