Se prevé que otros 150,000 se sumen este año, agravando la situación social y económica del país.
Tegucigalpa. Honduras enfrenta en 2025 una crisis crítica de desempleo juvenil, con más de 750,000 jóvenes sin trabajo y una proyección de 150,000 nuevos desempleados para este año, según la organización Jóvenes Contra la Violencia. La situación, calificada como alarmante, amenaza con agravar la migración, la inseguridad y el debilitamiento del tejido social.
En una entrevista con el noticiero Hoy Mismo de TSi, Cristóbal Pérez, representante de la organización, advirtió que el desempleo juvenil no solo afecta a los jóvenes directamente, sino que también tiene un impacto significativo en los índices de violencia en el país.
“El tema del desempleo contribuye a la violencia, porque si no hay empleo, hay más oportunidades de que los jóvenes se involucren en actos delictivos”, afirmó Pérez. Explicó que la falta de oportunidades laborales deja a los jóvenes con tres opciones principales: quedarse inactivos en sus hogares, emigrar en busca de mejores condiciones o recurrir a actividades ilícitas para sostenerse.
Un panorama desalentador para los jóvenes
Cada año, alrededor de 150,000 jóvenes en Honduras alcanzan la edad para integrarse al mercado laboral, muchos de ellos con preparación académica y disposición para trabajar. Sin embargo, las oportunidades son limitadas. “El joven hondureño sale a buscar trabajo, pero se enfrenta a la decepción de no encontrarlo”, señaló Pérez.
La falta de empleo convierte a Honduras en un país expulsor de talento joven y profesionales capacitados. Estados Unidos, España y México se han consolidado como los principales destinos de los hondureños que migran buscando mejores condiciones de vida. Pérez indicó que, aunque la tasa de migración ha disminuido levemente, cada vez más personas optan por permanecer en México debido a nuevas oportunidades laborales en ese país.
Impacto social y económico
El desempleo juvenil tiene repercusiones significativas tanto en la cohesión social como en la economía hondureña. Pérez destacó que, con la adición de 150,000 jóvenes desempleados este año, la cifra total podría acercarse al millón. “Esto refleja la magnitud del problema y la urgencia de soluciones”, dijo.
Además, la falta de empleo impulsa un ciclo de pobreza y desesperanza que, según expertos, fomenta el aumento de la delincuencia y la inseguridad. La situación afecta no solo a los jóvenes, sino al desarrollo general del país, agravando la pérdida de capital humano y profesional.
Urgencia de políticas públicas
Los datos presentados por Jóvenes Contra la Violencia evidencian la necesidad de que el gobierno hondureño implemente políticas públicas efectivas que promuevan el empleo juvenil. Pérez subrayó que, pese al panorama desalentador, los jóvenes tienen el deseo y la necesidad de trabajar.
“Si mañana anuncian aquí oportunidades de empleo, el lugar se llenará de jóvenes, porque ellos son quienes más necesitan y buscan trabajo”, enfatizó.
El llamado a la acción es urgente. Sin medidas concretas, el desempleo continuará perpetuando la migración masiva y los altos índices de inseguridad en Honduras. “El país debe actuar para ofrecer un futuro dentro de sus fronteras, evitando que más jóvenes se vean obligados a migrar o a caer en actividades ilícitas para sobrevivir”, concluyó Pé