Tegucigalpa. El balance preliminar de la Comisión Nacional de Prevención en Movilizaciones Masivas (Conapremm) confirma que la Semana Santa cerró con 18 muertes en todo el país: dieciséis por sumersión y dos a causa de accidentes viales. Pese a los despliegues de rescate, patrullaje y control, los feriados volvieron a cobrar un alto costo humano.
Las corrientes de ríos y playas, en especial en los cauces del Chamelecón y el Ulúa, fueron escenario de la mayoría de los decesos. Socorristas lograron rescatar con vida a 112 personas, pero no pudieron evitar que otras 16 perdieran el pulso bajo el agua. Aún se busca a dos bañistas reportados como desaparecidos en el litoral norte.
Carreteras bajo presión
La red vial registró 183 accidentes, entre ellos 82 colisiones, 49 choques, 43 volcamientos y 29 atropellos. El saldo: 179 lesionados y dos fallecidos. En estos percances participaron, sobre todo, vehículos particulares que no pasaron la revisión físico‑mecánica: las brigadas de Transporte practicaron 5 117 inspecciones y sacaron de circulación 184 automóviles en malas condiciones.
Los agentes de tránsito practicaron 12 630 pruebas de alcoholemia; de ellas, 352 resultaron positivas, lo que equivale a casi tres de cada cien conductores sometidos. Como consecuencia, se confiscaron 779 licencias y los infractores deberán enfrentar sanciones administrativas y penales.
Para contener emergencias se efectuaron 1 180 patrullajes en balnearios, 592 en playas y 113 en aguas costeras. En el ámbito marítimo se impusieron 27 infracciones y se retuvieron dos embarcaciones. En los cielos no se registraron accidentes, aunque hubo dos incidentes catalogados como actos de interferencia ilícita bajo investigación de la autoridad aeronáutica.
El Sistema 911 gestionó 774 llamadas de emergencia. En consecuencia, los servicios de salud brindaron 1 718 atenciones prehospitalarias, 1 790 intervenciones hospitalarias y 243 traslados en ambulancia. Equipos psicológicos atendieron a 45 personas impactadas por accidentes o pérdidas de familiares.
Evaluación oficial
El portavoz de Conapremm, capitán Josué Aguilar, lamentó “la mezcla letal de imprudencia y consumo de licor” y destacó que “aunque se salvaron centenares de vidas, ninguna operación humana compensa la falta de responsabilidad individual”. El funcionario anunció un informe final la próxima semana con el desglose por departamento y la comparación frente a años anteriores.
La Semana Santa 2025 concluye así con cifras que sacuden la conciencia nacional: casi dos decenas de vidas truncadas, centenares de heridos y miles de intervenciones que prueban que la diversión puede tornarse tragedia cuando la prevención se ignora.