Funcionarios de salud británicos reactivaron los hospitales de emergencia que se levantaron al comienzo de la pandemia para manejar un aumento en los casos de COVID-19 que está poniendo a las salas existentes bajo una presión extrema, particularmente en Londres.
Reino Unido ha registrado más de 50.000 nuevos casos diarios del virus durante los últimos cuatro días, impulsados en parte por una nueva variante que es mucho más infecciosa y un aumento en el número de personas que mueren cada día.
Los médicos han advertido que están luchando para sobrellevar la situación, especialmente cuando tantos colegas están enfermos o tienen que aislarse, y los paramédicos y enfermeras han tenido que tratar a los pacientes en ambulancias debido a la escasez de camas disponibles.