Tegucigalpa. La reciente confrontación entre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y las Fuerzas Armadas de Honduras (FF.AA.) ha encendido las alarmas sobre la injerencia militar en los procesos electorales, reavivando el debate sobre una reforma constitucional urgente.

La propuesta de reforma constitucional es recomendada para devolverle legitimidad y transparencia al proceso electoral, consideran expertos.

Los especialistas en derechos humanos y exfuncionarios advierten que no se puede seguir postergando la tarea de sacar a los militares de toda función política y garantizar que el proceso electoral sea transparente y libre de manipulaciones partidarias.

Arístides Mejía, exministro de Defensa y exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral, fue enfático al señalar que la reciente actuación de algunos oficiales durante las elecciones evidencia la intervención directa de las FF.AA. en asuntos políticos. Según Mejía, «un pequeño grupo de oficiales se prestó al juego político de un partido en el poder y debe ser investigado».

Para él, la salida no es destituir consejeros del CNE, sino emprender una reforma de fondo que elimine cualquier rastro de control político sobre las instituciones encargadas de los comicios.

Joaquín Mejía, experto en derechos humanos, recordó las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en 2017 y de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, que ya advertían sobre la necesidad de retirar a las FF.AA. de cualquier rol electoral y garantizar la independencia de los entes encargados de organizar las elecciones.

Ambos coinciden en que la democracia hondureña está en riesgo si no se frena la injerencia militar y política en los procesos electorales.