El evento, que reunió a más de 500 personas, contó con la presencia del alcalde Rubén Darío Pacheco, el gobernador departamental Arnold Avelar y el diputado oficialista Edgardo Casaña. También estuvo presente el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado.
“Nos llevamos la sorpresa del siglo porque se nos ha vendido la idea desde Tegucigalpa que la represa El Tablón se comienza a construir desde octubre”, expresó Maldonado al noticiero TN5, dejando claro que la comunidad no ha sido tomada en cuenta para tomar una decisión de esta magnitud.
Durante su intervención, el defensor de derechos humanos denunció la falta de socialización del proyecto por parte de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) con las comunidades que resultarían afectadas por la obra.
“Esta decisión del cabildo es un balde de agua fría para quienes están empujando este proyecto desde la capital sin consultar al pueblo”, afirmó, subrayando que las autoridades responsables del proyecto brillaron por su ausencia. Ni el gerente de la ENEE, Erick Tejada, ni el ministro de MiAmbiente, Lucky Medina, acudieron a la convocatoria.
El rechazo comunitario no es nuevo. Según recordó Maldonado, los pobladores de Quimistán ya habían dejado clara su postura en 2018, cuando en dos cabildos abiertos también se pronunciaron en contra de proyectos mineros y de represas en su territorio.
Los asistentes al cabildo reiteraron su compromiso de defender el agua, el territorio y el medio ambiente, alegando que el proyecto amenaza con desplazar comunidades enteras, dañar recursos naturales y alterar el equilibrio ecológico de la zona.
La decisión tomada en Quimistán representa un nuevo revés para la ejecución del proyecto El Tablón, que desde hace varios años ha sido señalado por organizaciones civiles como un megaproyecto impuesto sin consentimiento de las comunidades.