TEGUCIGALPA. Sin duda alguna, la diplomacia es un lenguaje que, no obstante usar las mismas normas gramaticales del idioma en que se expresa. Diplomáticamente se dicen verdades sin ofender a la persona o entidad a la que refiera, o se rechazan posiciones sin hacerse verse iracundo.

Para nadie es desconocido las posiciones antagónicas que los gobiernos de Honduras y Estados Unidos han venido sosteniendo en algunos campos, porque en otros ha perdurado la franca colaboración.

Entre los temas más álgidos entre ambas administraciones ha sido lo referente a la política exterior, en donde a menudo se han encontrado diametralmente opuestos. De ahí es que con las referencias reaccionarias del nuevo mandatario estadounidense lo que se ha presagiado es que esas relaciones van ‘para la barranca’.

Por ello es que, probablemente a algunos hondureños les haya extrañado la felicitación que la Presidente, Xiomara Castro, haya enviado este día al Presidente Trump, en donde expresó.

“En nombre del Pueblo y Gobierno de Honduras, felicitamos al Presidente DonaldTrump  por asumir la presidencia de los Estados Unidos. Reiteramos nuestro compromiso de fortalecer el diálogo sobre migración, abordando enfoques conjuntos para una migración ordenada, segura y legal. Confiamos en seguir consolidando nuestra histórica asociación, promoviendo el desarrollo económico y la seguridad en beneficio de ambas naciones”.

Sin embargo, nadie debería llamarse al engaño, si tomamos como referencia las posiciones ideológicamente manifestados de cada uno de los gobernantes en mención, no puede resultar creíble que habrá una buena relación y lo mejor que pueden hacer los hondureños es preparase para lo peor, porque eso está ‘como en el banco’.