Funcionarios y líderes de sociedad civil discrepan sobre el número de migrantes y los desafíos diplomáticos con la nueva administración de Donald Trump.
Tegucigalpa. Las cifras sobre la migración hondureña y el futuro del Estatus de Protección Temporal (TPS) generaron debate este lunes entre el director de Migración y Extranjería de Honduras, Wilson Paz, y Juan Flores, presidente de la Fundación 15 de Septiembre en Estados Unidos. Ambos ofrecieron posturas divergentes en entrevistas recientes, mientras el país enfrenta una crisis migratoria y diplomática.
Cifras en disputa
Wilson Paz informó que según datos oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), entre 7,000 y 10,000 hondureños son detenidos mensualmente en la frontera sur. Esto representa una disminución frente a años anteriores, destacó. Asimismo, señaló que en 2023 se registró una de las cifras más bajas de deportaciones, con 42,000 personas retornadas.
Sin embargo, Juan Flores cuestionó la precisión de estas cifras. Según datos manejados por la Fundación 15 de Septiembre, el número de hondureños que llegaron a la frontera sur de Estados Unidos durante los últimos 36 meses asciende a 582,451. De estos, 93,417 son menores de edad no acompañados. Además, en México se contabilizan 177,074 refugiados hondureños, con 97,000 correspondientes al periodo del gobierno de Xiomara Castro.
«Si sumamos a quienes se movilizan por rutas irregulares o viajan a Europa sin retorno, hablamos de más de un millón de hondureños que han salido del país en este gobierno», aseguró Flores.
Futuro incierto del TPS
Ambos líderes coincidieron en la importancia de extender el TPS, que actualmente beneficia a más de 55,000 hondureños. Sin embargo, mientras Paz enfatizó los esfuerzos diplomáticos del gobierno hondureño para garantizar la extensión del programa antes de su vencimiento el 5 de julio, Flores expresó dudas sobre la efectividad de estas gestiones.
Flores señaló que el TPS depende, en parte, de mantener relaciones positivas con Estados Unidos, algo que, según él, no se refleja en la administración de Xiomara Castro. «La postura del gobierno hondureño, incluyendo su acercamiento a China y su ausencia en la Cumbre de las Américas, no favorece el interés nacional de Estados Unidos, lo que complica la negociación de un nuevo TPS», afirmó.
Por su parte, Paz indicó que la Cancillería hondureña trabaja con senadores y organismos internacionales para buscar soluciones que incluyan una posible regularización migratoria, aunque reconoció que el enfoque de la administración entrante de Donald Trump podría ser más restrictivo.
Preocupación en la comunidad migrante
La comunidad hondureña en Estados Unidos observa con preocupación el panorama. Flores destacó que la falta de representación hondureña en eventos clave, como la toma de posesión de Trump, es un indicador de la limitada capacidad de negociación del gobierno.
No obstante, aseguró que organizaciones como la Fundación 15 de Septiembre están dialogando con congresistas estadounidenses para explorar vías de apoyo a los migrantes hondureños.
Un llamado a la acción
Mientras la migración sigue siendo una respuesta a la falta de oportunidades en Honduras, ambos líderes subrayaron la necesidad de trabajar en soluciones integrales. «La migración no se resuelve solo con políticas migratorias, sino atacando las causas de fondo», concluyó Paz.
El futuro del TPS y la relación entre Honduras y Estados Unidos serán determinantes para las vidas de miles de migrantes en los próximos meses.