TEGUCIGALPA. En declaraciones a un medio internacional, Mel Zelaya, ex presidente de Honduras y esposo de la Presidente, Xiomara Castro, además, su asesor presidencial, calificó la toma de posesión de Nicolás Maduro como un «símbolo de la lucha por la liberación, la independencia, la soberanía y el amor al pueblo».

Según Zelaya, este evento representa la continua búsqueda de justicia y la verdad, destacando que su presencia en Venezuela tiene como fin felicitar a Maduro, a quien considera el heredero del legado de Hugo Chávez.

No obstante, Maduro es ampliamente señalado por la comunidad internacional como un dictador, debido a las irregularidades en su reelección de 2018, comicios que fueron rechazados por muchos países, incluida la Organización de Estados Americanos (OEA), que no reconoce a Maduro como presidente legítimo de Venezuela.

Las críticas hacia Zelaya y su visita no tardaron en surgir. Diversos sectores, tanto en Honduras como a nivel internacional, han expresado su preocupación sobre la influencia de estos vínculos con Maduro, señalando que podrían poner en riesgo las futuras elecciones en Honduras.

Opositores y analistas advierten que estos acercamientos podrían polarizar aún más el panorama político en el país, generando dudas sobre la independencia de los procesos electorales y la calidad de la democracia en Honduras.

La presencia de Zelaya en eventos como este sigue siendo un tema controvertido, ya que sus críticos aseguran que podría tener repercusiones negativas en la libertad de expresión y en la estabilidad política del país, afectando la confianza pública en las instituciones democráticas.

Paradójico, porque durante su campaña proselitista, los Zelaya Castro nunca ocultaron sus intenciones políticas, ni filiación izquierdista, no obstante, el pueblo votó por ellos; así que, noviembre será clave para discernir que después de cuatro años de gobierno de Libre seguirá confiando en ellos, o da vuelta de timón.