De los 128 millones de dosis de vacunas administradas hasta la fecha, más de tres cuartas partes se han aplicado en tan solo 10 países, que representan el 60% del PIB mundial.
A fecha de hoy, casi 130 países, con 2500 millones de habitantes, todavía no han administrado ni una sola dosis.
Esta estrategia contraproducente tendrá costos en vidas y medios de subsistencias, dará al virus nuevas oportunidades para mutar y evadir las vacunas y socavará la recuperación económica mundial.
Hoy, UNICEF y la OMS –asociados desde hace más de 70 años– hacen un llamamiento a los dirigentes para que alcen la mirada más allá de sus fronteras y utilicen una estrategia vacunal que pueda efectivamente poner fin a la pandemia y poner freno a las variantes.
El personal de salud ha estado en la primera línea de la pandemia en entornos de ingreso bajo y mediano y debería ser protegido primero, para que pueda a su vez protegernos a todos.
Los países participantes en COVAX están preparándose para recibir y administrar vacunas. Se ha formado al personal de salud, se han acondicionado los sistemas de la cadena de frío. Lo que falta es el suministro equitativo de vacunas.
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