Estados Unidos. En un episodio digno de una comedia de enredos, un migrante hondureño terminó protagonizando el colmo de los colmos en Sandy, Utah: se hizo pasar por agente de ICE… y terminó en manos de ICE.

Así como lo leen. El protagonista de esta historia es Rony Hernández-Morales, un catracho que no solo estaba en Estados Unidos de manera ilegal, sino que ya había sido deportado ¡dos veces!. Pero eso no lo detuvo. Esta vez, Rony decidió meterse en el papel de “agente de inmigración” y fue más allá: sacó pistola y placa falsa para impresionar (o intimidar) a una mujer latina.

Según el reporte policial, el falso «agente» se le apareció a la señora, le mostró el arma y la placa trucha de ICE, y la amenazó como todo un personaje de película… solo que mal actuado. La víctima, lejos de asustarse, llamó a los verdaderos policías, quienes llegaron de inmediato y le quitaron el disfraz a Rony.

La sorpresa fue grande cuando al procesarlo descubrieron que el hombre era más indocumentado que la cédula vencida de la abuela y que ya tenía dos tickets de regreso a Honduras en su historial. Así que, sin perder tiempo, los oficiales le hicieron la llamada… pero a los verdaderos agentes de ICE.

Ahora, Rony enfrenta cargos por extorsión, suplantación de identidad y, como era de esperarse, una nueva deportación. Eso sí, esta vez escoltado por los que sí llevan la placa de verdad.

Una historia insólita que deja claro que «jugársela de ICE» siendo indocumentado… no es buena idea.