Choloma, Cortés. El Domingo de Resurrección se tiñó de luto en la colonia La Márquez de Monterrey, Choloma, cuando una bala perdida le arrebató la vida a Julio César López Enamorado, de 61 años, quien se encontraba sentado tranquilamente frente a su casa.
El reloj marcaba las 11:20 de la mañana cuando un disparo, aparentemente realizado de forma accidental mientras manipulaban un arma de fuego a varios metros de distancia, atravesó el aire y alcanzó el costado derecho del sexagenario, provocándole la muerte casi de inmediato.
Según versiones preliminares, el proyectil fue disparado desde al menos 200 metros de distancia, sin intención de matar, pero con consecuencias devastadoras. No hubo pelea. No hubo provocación. Solo un hombre descansando, y un destino torcido por la imprudencia.
Agentes policiales llegaron a la escena para confirmar el deceso y comenzar las investigaciones. Hasta el momento, no se ha detenido al responsable del disparo, aunque testigos han proporcionado indicios sobre el lugar desde donde se habría producido el tiro.
El hecho ha generado conmoción en la comunidad, donde vecinos aún no pueden creer que sentarse a tomar aire fresco pueda convertirse en una sentencia de muerte. La vida de don Julio César se apagó sin previo aviso, víctima de la irresponsabilidad armada y del silencio de quienes manipulan el peligro como si fuera un juego.