Tegucigalpa. Esta tarde ha trascendido que el expresidente interino Roberto Micheletti Bain, figura clave del golpe de Estado contra Manuel Zelaya, ha salido de Honduras, anticipando una posible acción judicial en su contra.
A sus 81 años, el exmandatario evitó revelar su destino o la fecha exacta de su salida, pero fue enfático en sus declaraciones exclusivas a ICN: “Hay un plan para lanzarme un requerimiento fiscal, quieren hacer conmigo lo que ya hicieron con Romeo Vásquez, pero no les daré ese espectáculo ni al ‘familión’ presidencial ni al fiscal Johel Zelaya”.
Aunque no dio detalles sobre los delitos que se le podrían atribuir, Micheletti dejó entrever que su salida responde a lo que considera una campaña de persecución política impulsada desde el Ejecutivo y respaldada por el aparato judicial.
El caso de Romeo Vásquez: el precedente
El miedo de Micheletti no surge de la nada. Su antiguo aliado, el general Romeo Vásquez Velásquez, también implicado en los hechos de 2009, fue capturado en enero de este año, acusado de estar vinculado con la muerte del joven Isy Obed Murillo, quien falleció en una protesta reprimida por militares en las inmediaciones del aeropuerto Toncontín.
Aunque inicialmente recibió medidas sustitutivas, el juez del caso revocó su libertad al considerar que existía riesgo de fuga. Cuando se ordenó su recaptura, Vásquez ya había desaparecido. Hoy está prófugo, con una recompensa sobre su cabeza.
2009 vuelve al centro del debate
El derrocamiento de Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009 marcó uno de los episodios más controversiales en la historia reciente de Honduras. Zelaya fue capturado en su residencia por órdenes del alto mando militar, liderado por Vásquez, y en vez de ser presentado ante un juez, fue sacado del país en avión y enviado a Costa Rica.
Micheletti, entonces presidente del Congreso Nacional, asumió la presidencia interina en medio de una crisis institucional que polarizó al país y generó un fuerte rechazo internacional. Gobernó hasta enero de 2010, cuando entregó el poder a Porfirio Lobo.
¿Se abre la puerta a los juicios del pasado?
Hasta el momento, el Ministerio Público no ha confirmado si existe una investigación formal abierta contra Micheletti. Sin embargo, su salida repentina y las acusaciones lanzadas desde el exterior han reactivado el debate sobre la posibilidad de llevar a juicio a los responsables del golpe de 2009.
En un clima político marcado por la influencia del círculo Zelaya-Castro en el Ejecutivo, algunos sectores interpretan estos movimientos como una señal de que el Estado buscará saldar cuentas históricas. Micheletti, por su parte, se presenta como víctima de una vendetta política: “No me dejaré convertir en trofeo de nadie”, sentenció.