Y si se llegara el caso que en el próximo Congreso se intente anular la Ley de las Zedes, dice que allí estará él para defenderla; eso suponiendo que llagara a salir electo como diputado.
Al ser consultado el por qué tanta oposición desde diversos sectores de la sociedad, esta fue su respuesta.
“Mire, la opinión de los abogados, de los políticos, de los deportistas, de los microempresarios, de las personas que hacen diversas actividades, son opiniones nada más, ya la Corte Suprema de Justicia emitió tres sentencias, tres fallos que le ponen fin al debate”.
O sea, si se va a hacer el tamal, éste debe quedar bien envuelto. “Y esos tres fallos de la Corte Suprema de justicia en diferentes juicios establecieron, que la reforma a la Constitución que hizo el Congreso Nacional es constitucional y su ley orgánica es constitucional ¡así que ahí se acaba el debate”. Ajá, cómo les quedó el ojo.
Por esa razón es que quienes impulsan las ZEDE están seguros que las mismas no las detiene nadie. “Porque el intérprete último y definitivo, que resuelve los conflictos y los debates, que es la Corte Suprema de Justicia, ya se pronunció con tres sentencias”.
“Así que ya lo que nos queda es un debate sin ningún valor, verdad, porque lo que vale son las sentencias de la Corte”, manifestó el exministro de la Presidencia, sin inmutarse por nada.
Una lección más para la famosa oposición en Honduras, que mientras sus diversos componentes han permanecido de forma constante enfrascados en debates y ataques estériles, el partido de gobierno ha metido gol cuantas veces ha querido, a tal grado que ni la han visto pasar porque cuando se han dado cuenta es que los de uniforme azul ya están celebrando.
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