Para evitarlo, recomienda al Poder Legislativo que, cuanto antes, haga los respectivos nombramientos de quienes ocuparán los cargos, en los nuevos órganos electorales.
En enero recién pasado, el Congreso Nacional aprobó drásticas reformas al órgano electoral hondureño, al desaparecer el Tribunal Supremo Electoral (TSE), para crear el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE).
Al iniciar la siguiente Legislatura, los diputados debieron nombrar, de entrada, a quiénes serían sus respectivos funcionarios, desde entonces han caído en deuda con la nación.
El actual magistrado suplente del Tribunal Supremo Electoral (por ley), Marco Ramiro Lobo, consideró como innecesario, generar una crisis en el aspecto político-electoral, por aspectos que en verdad deberían ser de puro trámite.
“Nosotros concluimos nuestro período y el Congreso debió nombrar a los integrantes de los nuevos organismos electorales, para enviar un mensaje de tranquilidad al pueblo hondureño”, manifestó al momento de consultar su opinión sobre este retraso.
Por lo que para él, el actual panorama es muy complejo. De ahí el llamado angustioso que hizo al Congreso Nacional, para que cuanto antes procedan con los respectivos nombramientos, porque su dilatación lo único que genera es especulación, en torno a qué es lo que puede ocurrir con el próximo proceso electoral.
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