La cruz sigue en pie: católicos reviven el dolor y la esperanza del Viernes Sant

Multitudes acompañan el Vía Crucis y la adoración de la Santa Cruz, reviviendo la muerte del Salvador con gestos litúrgicos llenos de simbolismo y fe.

Redacción. Con profunda devoción, la feligresía católica en Honduras y en resto de los países del mundo se congrega este Viernes Santo para conmemorar uno de los momentos más significativos del calendario litúrgico: la Pasión y Muerte de Jesucristo. Desde las primeras horas de la mañana, miles de personas participan en los tradicionales Viacrucis, reviviendo con oración y cantos el camino de Jesús hacia el Calvario.

San Juan, considerado el cronista por excelencia de la Pasión, guía esta jornada con su Evangelio repleto de simbolismos y solemnidad.

La figura de Jesús es exaltada desde múltiples dimensiones: es Rey, Sacerdote, Templo, Cordero inmaculado, el nuevo Adán junto a la nueva Eva, su Madre.

La liturgia del Viernes Santo, a diferencia de otros días, inicia en completo silencio. Los ministros, vestidos de rojo como signo del martirio, se postran ante un altar despojado de todo ornamento. Es una imagen simbólica de la humanidad caída, que busca perdón.

Durante la Adoración de la Cruz, los fieles caminan en procesión para venerarla. Se entonan cánticos como “Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza” y “Pueblo mío, ¿qué te he hecho?”, mientras se arrodillan o besan el madero sagrado.

Una de las escenas más conmovedoras de esta jornada es la presencia de María al pie de la cruz.

A diferencia del resto del año, hoy no se celebra la Eucaristía. Sin embargo, los fieles pueden comulgar con el pan consagrado el Jueves Santo, participando así en la muerte salvadora de Cristo.

El momento culminante se vive con la contemplación del costado traspasado de Cristo. De él brotaron sangre y agua, símbolos del amor redentor y del Espíritu Santo.