Tegucigalpa. La tensión política rumbo a las elecciones generales de noviembre aumentó este viernes tras un fuerte cruce de declaraciones entre el diputado Jorge Cálix y el consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa.
A través de su cuenta de X, Cálix cuestionó duramente a Ochoa, acusándolo de actuar como un defensor del gobierno y de la candidata presidencial oficialista, en abierta violación al principio de imparcialidad que la ley exige a los miembros del órgano electoral. “Alguien que le diga a @MarlonOchoaHN que está en una posición de JUEZ ELECTORAL. Que no puede salir a defender al gobierno ni a su candidata porque SE LO PROHÍBE LA LEY”, escribió el parlamentario.
Cálix, no se limitó a la crítica institucional , advirtió que, pese a los intentos del oficialismo, el cambio político es inevitable. “Quiero decirle a Honduras que, sin importar lo que Marlon o el gobierno hagan o digan, el 30 de noviembre #SeVan. Se van, y llega el @PLHonduras a casa presidencial”, afirmó.
Reacción de Marlon Ochoa
Más temprano, el propio Marlon Ochoa había encendido el debate al declarar en entrevistas a medios nacionales que existe una supuesta conspiración contra el oficialismo. “Hay una conspiración del bipartidismo para falsear información, para afectar al Gobierno, al partido del Gobierno y a su candidata… Esta falsedad debe desmontarse con la verdad”, expresó Ochoa tras comparecer ante la Comisión del Congreso Nacional.
Sus declaraciones fueron interpretadas por sectores políticos y analistas como una muestra de su cercanía al proyecto político de Libre, lo que ha reavivado el debate sobre su imparcialidad en un momento crítico para el país.
Un árbitro bajo cuestionamiento
La actuación pública de Ochoa ha generado creciente preocupación en círculos políticos y académicos, donde se insiste en que los consejeros del CNE deben mantener una estricta neutralidad para garantizar la legitimidad del proceso electoral. Analistas como Miguel Cálix han señalado que el consejero muestra un discurso abiertamente militante, lo cual podría erosionar la confianza ciudadana en el árbitro electoral en uno de los procesos más decisivos de los últimos años.
Con el calendario electoral avanzando y las tensiones políticas en aumento, el llamado de distintos sectores es claro: el CNE debe actuar con independencia y apegado a la ley para evitar nuevas crisis de credibilidad en las elecciones de noviembre.