El delantero del Olimpia, Jerry Bengtson, escribió su nombre con letras doradas en la historia del fútbol hondureño al igualar el récord de máximo goleador de la Liga Nacional, una marca que hasta ese momento pertenecía en solitario a la leyenda Wilmer Velásquez. Con su doblete en el clásico ante Motagua, Bengtson alcanzó los 196 goles en la competencia, consolidándose como uno de los atacantes más letales del fútbol catracho.

El histórico momento comenzó a gestarse en el minuto 49 del partido, cuando Olimpia tuvo la oportunidad de abrir el marcador desde el punto penal. Bengtson, con la frialdad y precisión que lo han caracterizado a lo largo de su carrera, se encargó de la ejecución. Frente a la mirada atenta de miles de aficionados y con la presión del récord en juego, el delantero engañó con maestría al guardameta Marlon Licona, enviando el balón al fondo de la red y acercándose al ansiado hito.

Pero la historia no se detendría ahí. Apenas siete minutos después, en el 56’, Jorge Álvarez comandó un rápido contragolpe para Olimpia, desatando el caos en la defensa azul. Con visión de juego y precisión, el mediocampista asistió a Kevin López, quien, al percatarse de la llegada de Bengtson, no dudó en enviar un centro raso al corazón del área. El goleador, mostrando su instinto asesino, se anticipó a su marca y, con un remate de primera intención, venció nuevamente a Licona. Ese segundo tanto no solo aseguró la victoria para los merengues, sino que también inscribió su nombre junto al de Wilmer Velásquez en los libros de récords del fútbol hondureño.

Con este doblete, Bengtson no solo igualó el récord, sino que reafirmó su legado como uno de los mejores delanteros en la historia de la Liga Nacional. Ahora, con la posibilidad de seguir sumando goles, el artillero tiene en sus manos la oportunidad de escribir un nuevo capítulo y convertirse en el máximo goleador absoluto del fútbol hondureño.