Tegucigalpa. La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación (CIAIA) entregó a la Secretaría de Defensa Nacional el informe preliminar del accidente ocurrido el pasado 17 de marzo de 2025 en Roatán, Islas de la Bahía, cuando un avión Jetstream 3200, propiedad de la aerolínea LANHSA, cayó al mar minutos después de despegar, dejando un saldo trágico de 12 personas fallecidas.

El informe que tuve acceso ICN-Digital, también fue remitido a la Dirección Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC), autoridad encargada de supervisar la aviación en el país. La aeronave, con matrícula HR-AYW, cubría el vuelo comercial LNH-018, con ruta desde el Aeropuerto Internacional Juan Manuel Gálvez de Roatán (MHRO) hacia el Aeropuerto Internacional Golosón en La Ceiba (MHLC).

“La aeronave despegó con 17 personas a bordo, incluyendo a dos miembros de tripulación. Durante la carrera de despegue por la pista activa 07, el avión logró ascender entre 20 y 35 pies, pero de inmediato se desvió a la derecha, perdió el control y terminó impactando contra el mar”, detalla el informe.

El siniestro ocurrió a las 18:25 de la tarde, y según los técnicos, la aeronave quedó sumergida entre 50 y 60 metros de profundidad, a unos 150 metros del borde exterior del aeropuerto.

Hasta ahora, no se ha confirmado la causa exacta del accidente. La comisión explicó que la investigación continúa bajo los estándares nacionales e internacionales. Se están analizando componentes de la aeronave, grabaciones, documentos técnicos y material multimedia recuperado del lugar del impacto.

“El análisis técnico-científico permitirá determinar con precisión qué ocurrió y si hubo fallas humanas, técnicas o climáticas”, indicó una fuente de la CIAIA.

Se espera que en los próximos meses se emita el informe final, el cual deberá establecer de manera clara y oficial las causas probables del accidente, además de sugerencias para prevenir hechos similares.

Mientras tanto, los familiares de las víctimas continúan a la espera de respuestas. Organismos de derechos humanos y asociaciones de víctimas han solicitado mayor transparencia y celeridad en la investigación.