Tegucigalpa. A pesar de las restricciones expresas para el uso de vehículos oficiales durante la Semana Santa, una empleada de la estatal Hondutel fue sorprendido haciendo uso recreativo de un automotor del Estado. Las imágenes captadas muestran el vehículo con placas GHA 0522 en un contexto vacacional, y lo más grave: uno de sus ocupantes consumía bebidas alcohólicas en su interior.

Este hecho ocurre mientras el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) ha emitido una advertencia contundente: cualquier funcionario o empleado público que utilice bienes estatales en días o horarios inhábiles sin autorización se expone a multas de hasta 50 mil lempiras. La medida es parte de un operativo conjunto con la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte y la Secretaría de Seguridad, activo durante toda la Semana Mayor en los principales corredores viales del país.

Además de las sanciones económicas, los infractores podrían enfrentar procesos por responsabilidad administrativa, requerimientos legales e incluso destituciones, según lo establecido en el artículo 75 de la Ley Orgánica del TSC.

Este nuevo caso vuelve a encender las alarmas sobre el uso discrecional de recursos públicos y evidencia la necesidad de aplicar medidas ejemplares para frenar prácticas que atentan contra la ética institucional y el bolsillo de los hondureños.