Villanueva, Cortés. La tragedia volvió a teñir de luto a una familia hondureña la madrugada de este domingo, cuando Elías Varela, un joven de apenas 20 años, perdió la vida tras ser embestido por una rastra en el sector de El Calán.
De acuerdo con el informe preliminar de las autoridades, Elías se transportaba en su motocicleta rumbo a ver a su novia cuando, al llegar al desvío hacia El Calán, fue brutalmente impactado por la pesada unidad. Las heridas sufridas fueron letales y le causaron la muerte en el acto.
Su cuerpo fue trasladado a la morgue del Ministerio Público en San Pedro Sula, donde su familia, visiblemente afectada, relató los últimos momentos que compartieron con él.
“Un primo de nosotros llegó a la casa para decirle que fueran a ver la novia. Mi hermano no quería salir, la verdad, pero uno nunca sabe. Solo fue a morir”, declaró su hermano con dolor frente a los medios.
Elías trabajaba como ayudante de bus en la ruta hacia Chamelecón. “Éramos solo dos hermanos aquí en Honduras, mis otros hermanos están en el norte, en Estados Unidos”, añadió su familiar, conmovido por la pérdida inesperada.
Este caso se suma a la reciente muerte de Isabel Sarahí Amador, una joven de 22 años que falleció en un accidente similar mientras se dirigía a su trabajo en una gasolinera. Isabel se desplazaba en motocicleta por la carretera de Tegucigalpa hacia Talanga, cuando impactó contra un vehículo tipo pick-up. La joven murió de forma instantánea.
Ambas muertes reflejan una preocupante realidad en las carreteras hondureñas: los motociclistas se han convertido en las principales víctimas de los accidentes viales. La Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) advirtió recientemente que, en promedio, al menos cinco personas mueren cada día en incidentes de tránsito, y la mayoría son motociclistas.
“Solo en lo que va del año, se contabilizan más de 4,500 accidentes a nivel nacional, con un saldo de más de 540 fallecidos”, detalló la DNVT en su último reporte.