Cortés.- El Hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula se ha convertido en un refugio para pacientes que han sido abandonados por sus familiares. Actualmente, el centro médico alberga a aproximadamente 13 personas con diversas patologías que, tras ser ingresadas, no han sido reclamadas por sus seres queridos. Esta situación refleja una preocupación creciente sobre el apoyo social y familiar en el cuidado de personas en condiciones vulnerables.

Uno de los casos destacados es el de Evelin Julissa Castro, quien llegó al hospital en estado de emergencia tras ser indigente y dar a luz. Ahora, tanto ella como su hijo permanecen en el hospital debido a la falta de apoyo familiar. Similar es la situación de Jorge Mejía, quien vive en el hospital desde 2019 debido a problemas de salud mental y falta de familiares disponibles para su cuidado.

El personal del hospital, incluyendo la doctora Xiomara Palacios y el trabajador social Héctor Palacios, ha manifestado el impacto emocional y financiero de manejar estos casos. La atención a estos pacientes representa un costo significativo para el hospital, estimado entre 30 mil lempiras diarios, mientras que las instituciones locales, como el Asilo de Ancianos Perpetuo Socorro, tienen restricciones que limitan la capacidad de ofrecer alternativas a estos pacientes.

El personal de salud y trabajo social del Hospital Mario Catarino Rivas continúa buscando a familiares mediante redes sociales y registros oficiales, pero frecuentemente enfrentan el rechazo de los parientes contactados. A pesar de las dificultades, el hospital sigue proporcionando atención médica y apoyo emocional a estos pacientes, reflejando el compromiso del personal con la dignidad y el bienestar de las personas en situación de abandono.