«Honduras necesita liberarse del cáncer de la corrupción»: Monseñor Jenry Ruiz lanza dura crítica en Semana Santa

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Trujillo, Colón. En un mensaje cargado de simbolismo y verdad incómoda, monseñor Jenry Ruiz, obispo de la diócesis de Trujillo, denunció que la corrupción, la ambición de poder y la impunidad son como “raíces venenosas” que están asfixiando a Honduras, impidiendo que florezcan la justicia y la paz.

Durante su intervención en Radio HRN, el prelado afirmó que la nación arrastra un ciclo perverso en el que el poder político es utilizado como un botín personal, y no como un medio para servir al pueblo. “No podemos seguir cultivando un país donde el poder es excusa para el abuso, mientras el pueblo sufre con caminos destruidos y justicia ausente”, sentenció.

Uno de los ejemplos más claros, dijo, es la falta de avances en el caso del ambientalista y líder religioso Juan Antonio López, asesinado el 14 de septiembre de 2024 frente a su comunidad. “Ese crimen sigue atrapado en la oscuridad porque hay estructuras contaminadas dentro del sistema que impiden que la verdad salga a la luz”, denunció.

El obispo también se refirió al reciente proceso electoral, afirmando que las elecciones primarias de marzo no solo fueron caóticas, sino “una muestra clara del desprecio por la institucionalidad”, al referirse a la desorganización en la entrega de maletas electorales, el enfrentamiento entre el CNE y las Fuerzas Armadas, y la falta de rendición de cuentas sobre los fondos públicos usados en campaña.

“Pareciera que lo único que mueve a muchos políticos es el calendario electoral. Lo verdaderamente importante —como la educación, la salud, la justicia y el futuro de nuestra juventud— queda a un lado”, lamentó Ruiz, y pidió a los hondureños exigir transparencia y ética en los próximos comicios generales.

Además, recordó que la Iglesia, junto a organizaciones nacionales e internacionales, ha solicitado la creación de una comisión independiente para investigar el crimen de López y otros conflictos graves en el Valle del Aguán, una región históricamente golpeada por la violencia agraria y la represión.

Como mensaje final por Semana Santa, Ruiz invitó a la ciudadanía a hacer una transformación profunda, no solo espiritual sino también social. “Debemos dejar atrás al hombre viejo, ese que se alimenta del vicio, la ambición y la mentira. El país no se salva solo con rezos, sino con un compromiso real por cambiar desde adentro, empezando por nosotros mismos”.