Y esto en la capital con el último centro de entregas que todavía opera, dado que en el resto del país desde mediados de la presente semana dejaron de laborar, porque el proyecto “Identifícate” se quedó sin presupuesto.
Si llega el día martes y el Congreso Nacional todavía no ha soltado el ‘billuyo’ pues ni modos, se detendrá la maquinaria de las ilusiones de los pobres que todavía creen que con las elecciones mejorará su vida, una ilusión que se ha mantenido por generaciones, pero que en realidad lo único que ha perdurado es su sometimiento a la pobreza y últimamente a la sobrevivencia, porque de eso se trata ahora, sobrevivir al alto costo de la vida, a la escasez de medicamentos en los hospitales, a la paupérrima educación para los hijos de los pobres.
De lo que sí podemos estar seguros, es que los que sí le entienden el trámite de la política e incrustados en sus engranajes, saturan a la población con ‘cantos de sirena’, tanto de uno como de otro bando, polarizando sus intereses como de víctimas del sistema, ellos y los otros continuarán en su fiesta, con o sin tarjeta, con o sin presupuesto, con o sin ley, con o sin derecho; después de todo ellos son la clase social que domina el sistema, de la que desde luego la población eternamente jorobada seguirá creyendo sus bobadas, sin saber que en el fondo todo es parte del show.
Y para muestra un botón. En el Congreso Nacional se estaría analizando la posibilidad de ampliar la vigencia de la actual tarjeta de identidad, más allá de la fecha del 15 de agosto, que es para cuando el Legislativo fijo la caducidad de este documento de identificación personal. De tal modo que desde el poder se puede hacer y deshacer lo que se quiera, INCLUSO LO QUE SE SUPONE ESTÁ ESCRITO EN PIEDRA.
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