Tegucigalpa, Francisco Morazán.  El Ministerio Público (MP) presentó un requerimiento fiscal contra la ginecóloga obstetra Senia Suyapa Ochoa Rueda, a quien se le imputa el delito de lesiones graves imprudentes, tras un procedimiento médico que terminó con la muerte de un bebé y la pérdida irreversible del útero de una paciente. Este caso, que ha conmocionado a la opinión pública, ha generado un amplio rechazo debido a las implicaciones de negligencia médica que se señalan.

La denuncia fue presentada ante la Fiscalía Especial de Derechos Humanos (FEDH), la cual investiga las circunstancias que rodearon el procedimiento médico que la doctora Ochoa Rueda realizó a una mujer embarazada que llegó de emergencia a un hospital privado en la capital. La paciente, que sufrió un sangrado vaginal, habría recibido atención médica inapropiada por parte de la profesional, lo que derivó en consecuencias devastadoras tanto para la madre como para su hijo.

De acuerdo con la denuncia, la ginecóloga Ochoa Rueda atendió a la paciente en estado crítico, pero en lugar de realizar la intervención quirúrgica necesaria, como una cesárea, la doctora optó por administrar solo una inyección para detener el sangrado y se retiró a su domicilio. Esta decisión, según los informes, resultó en la muerte del bebé y la posterior extirpación del útero de la paciente debido a la severa hemorragia que sufrió.

Horas después del incidente, la paciente fue trasladada al Hospital Escuela, donde los médicos informaron que el bebé había fallecido y que, debido a la hemorragia, era imperativo realizar una histerectomía para salvar la vida de la madre. La gravedad de las consecuencias ha generado indignación en la sociedad, ya que, según la investigación del Ministerio Público, la ginecóloga actuó con grave negligencia al no practicar la cesárea de manera oportuna.

El MP ha señalado que la doctora Ochoa Rueda, al no atender la emergencia médica de la manera adecuada, causó un daño irreversible a la paciente y a su bebé. Además, el requerimiento fiscal implica que la ginecóloga enfrentará un juicio por el delito de lesiones graves imprudentes, por lo que deberá responder por los daños causados.

Este caso pone de manifiesto la importancia de una atención médica oportuna y adecuada, especialmente en situaciones de emergencia durante el embarazo. La falta de acción inmediata y la decisión errónea de la ginecóloga han dejado una profunda herida en la vida de la madre, que no solo ha perdido a su hijo, sino que también ha quedado con secuelas físicas irreparables. La investigación continúa, y se espera que el proceso judicial permita esclarecer los hechos y hacer justicia por la víctima.