Carlos Velásquez fue asesinado por represalias hacia su hermano; el caso conmociona a la comunidad.
La Ceiba, Atlántida. La Policía Nacional capturó a Frank Bodeen, un futbolista de un equipo local de La Ceiba, señalado como el presunto responsable del asesinato de Carlos René Velásquez, un joven de 24 años que trabajaba en un “carwash” en el barrio La Isla. El crimen, ocurrido el viernes 17 de enero, habría sido motivado por un ajuste de cuentas dirigido inicialmente contra el hermano de la víctima.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, el ataque ocurrió cuando dos individuos llegaron al lugar de trabajo de Velásquez y le exigieron información sobre su hermano, quien presuntamente estaba vinculado a problemas con los atacantes. Ante la negativa del joven a colaborar, los hombres le dispararon, provocando su muerte inmediata.
Frank Bodeen fue capturado horas después en el barrio La Julia, también en La Ceiba, y ahora enfrenta acusaciones por homicidio e intento de homicidio. Las autoridades señalaron que el caso sigue bajo investigación para determinar si el futbolista actuó en complicidad con otras personas o bajo órdenes de terceros.
“Un joven trabajador, no un delincuente”
Carlos Velásquez, quien murió en el lugar del ataque, fue descrito por su madre, doña Leticia, como un hombre tranquilo y trabajador, sin vínculos con actividades ilícitas. “Yo no soy ningún delincuente, soy trabajador, no he hecho nada”, habrían sido las últimas palabras de Carlos antes de ser asesinado, según el testimonio de su madre.
Doña Leticia también reveló que el hermano de Carlos había sobrevivido a un atentado previo, lo que hace pensar que el ataque contra el joven fue una represalia mal dirigida. “Ya me lo habían baleado, pero ahora me mataron a mi otro hijo, que no tenía nada que ver”, lamentó entre lágrimas.
Consternación en La Ceiba
El asesinato de Carlos ha causado conmoción en el barrio La Isla, donde era conocido como un joven honesto y trabajador. La implicación de un futbolista en el crimen ha añadido un elemento de asombro al caso, reflejando cómo la violencia en Honduras puede involucrar a personas de diferentes sectores de la sociedad.
Mientras tanto, la familia de la víctima enfrenta un profundo dolor y pide justicia para que la muerte de Carlos no quede impune. “¿Cómo pudieron quitarle la vida a mi pobre hijo, que no se metía con nadie?”, expresó su madre, aún consternada por lo ocurrido.
La Policía Nacional continúa las investigaciones para esclarecer el caso y determinar si hay más responsables. Frank Bodeen, por su parte, deberá enfrentar el proceso judicial en los próximos días.