Tegucigalpa. Luego de que el general en condición de retiro Romeo Vásquez, actualmente prófugo de la justicia, calificara como “fiscal de juguete” al titular del Ministerio Público Johel Zelaya, no tardó en pronunciarse.
El fiscal en su respuesta, se refirió a la situación del prófugo y lanzó una fuerte interrogante a Vásquez, instándolo a que le explicara al pueblo hondureño lo que ocurrió en un episodio clave.
Para Zelaya, la situación de prófugo que atraviesa Vásquez no es algo que cualquiera desee. “No ha de ser fácil estar prófugo. Nunca quisiera estar en su lugar. Yo no he escuchado sus declaraciones, pero si eso dijo, que soy un fiscal de juguete, solo puedo decirle al pueblo que siempre atacan a los fiscales que obedecen a los gobiernos de turno. Eso es normal”, afirmó el fiscal.
Zelaya también aprovechó para hacer énfasis en que no se considera un funcionario de doble moral. “En la vida he tratado de caminar por el camino correcto. No soy perfecto. La perfección solo la tiene Dios. Y he tratado de hacer lo mejor de mi vida, pensando en mi familia, en mis padres, en mis buenos amigos. Y por lo tanto no me considero un funcionario de doble moral”, subrayó.
Fue entonces cuando lanzó la incógnita que quedó abierta, consultándole a Romeo Vásquez: “Lo único que le podría es que le explique al pueblo qué pasó el 24 de noviembre de 2013 en aquella casa del norte de este país”. Esta inquietante consulta dejó en suspenso la atención de muchos.
El fiscal cerró su declaración asegurando que la información que posee el Ministerio Público será presentada en su debido momento en un tribunal, y recordó que el pueblo es el que debe ser informado sobre la verdad de los hechos. “Sé que cuestionan que el fiscal general hable públicamente, pero quien me paga es el pueblo, con sus impuestos. Y al pueblo hay que informarle. Defender personajes cuestionados es aplaudir la doble moral. Y quienes los defienden, tarde o temprano, van a quedar avergonzados”, concluyó Zelaya.