Una mortalidad de 2.3 por ciento sería el impacto humano en una afección de entre 29 mil y 46 mil casos que se podrían tener en Honduras, se estima.
El 81 por ciento de ese total de episodios, entre 23,000 y 37,000 serían catalogados como leves y entre 4,000 y 6,000, correspondientes con el 14 por ciento entrarían en la clasificación de casos severos.
Otro grupo entre 1,400 y 2,300 cuadros del virus de neumonía; es decir, un cinco por ciento, serían tratados como “críticos”. Se proyecta una letalidad de 2.3 por ciento, lo que se traduciría en el fallecimiento de entre 300 y 1,000 pacientes.
Este escenario se ha elaborado sobre la base de los siguientes datos: Honduras tiene población de 9.2 millones de habitantes, más de 800,000 personas son adultos mayores. Además, cinco millones y medio son habitantes de regiones urbanas; en consecuencia, más expuestos al virus.
En las ciudades más grandes el peligro de contagio sería mayor, debido a su concentración poblacional. Se estima que en el Distrito Central se podrían registrar entre 4,000 y 6,500 pacientes.
De este universo, unos 5,000 casos serían leves; alrededor de 900, ingresarían en la categoría de “severos”; 300 enfermos entrarían en la fase crítica; y entre 90 y 150 personas serían víctimas mortales de la epidemia.
Trece hospitales han sido identificados a nivel nacional para la atención de los posibles contagiados por el nuevo virus y el aislamiento de los enfermos en condiciones severas y críticas. En Islas de la Bahía ha sido habilitado un hospital en Roatán; en Francisco Morazán, El San Felipe y El Tórax; y en Cortés, se cuentan el Mario Catarino Rivas, el Leonardo Martínez y el de Puerto Cortés.
El resto de las instituciones asistenciales públicas para enfrentar al COVID-19 están ubicadas en Choluteca, Atlántida, Copán, Valle, El Paraíso, Colón y Ocotepeque.