Arístides Mejía acusa al Congreso y a las Fuerzas Armadas de intentar desestabilizar las elecciones generales de noviembre.

Tegucigalpa, Honduras. En medio de las tensiones políticas que han marcado el panorama electoral de Honduras, el exministro de Defensa, Arístides Mejía, analizó la situación tras las accidentadas elecciones primarias del 9 de marzo y las posibles implicaciones que esto podría tener para los comicios generales de noviembre. Según Mejía, la conformación de una comisión por parte del Congreso Nacional tiene como objetivo desestabilizar las elecciones y facilitar la consumación de delitos electorales.

El sabotaje externo y la complicidad militar

Mejía, quien fue ministro de Defensa durante el gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009), no dudó en señalar que los problemas ocurridos en las elecciones primarias no fueron simplemente un error o desorganización, sino un sabotaje orquestado desde afuera con la complicidad de las Fuerzas Armadas. Según el exfuncionario, el proceso electoral primario estuvo marcado por retrasos intencionales y alteraciones en el manejo de los materiales electorales.

«Los directivos del CNE hicieron lo posible para que las elecciones se organizaran contra reloj», señaló Mejía. En su análisis, destacó la responsabilidad de dos consejeras del CNE, Cossette López y Ana Paola Hall, quienes, según él, fueron víctimas de un sabotaje externo. «¿Quién dio la orden para que las urnas no se abrieran a tiempo? ¿Quién permitió que la vigilancia militar actuara de forma tan agresiva?», se preguntó el exministro.

Mejía relató un incidente donde un militante de su partido fue amenazado por un militar cuando intentó ejercer su derecho al voto, lo que, según él, demuestra el nivel de descontrol y manipulación en los comicios.

¿Quiénes son los responsables?

El exministro insistió en que, para entender lo sucedido, es necesario aplicar un razonamiento lógico: «¿Quiénes tienen la capacidad de hacer esto? ¿Quiénes tienen el interés en que las elecciones no se realicen de manera transparente?», cuestionó Mejía. Según él, las investigaciones deben ir más allá de las consejeras del CNE y apuntar a quienes realmente tienen el poder y el interés de desestabilizar el proceso electoral, refiriéndose a aquellos con el mando supremo del país y con intereses en que la democracia falle.

La comisión del Congreso y el riesgo de desestabilización

Mejía expresó su preocupación por la creación de una comisión en el Congreso Nacional para investigar las fallas en las elecciones primarias. «Si la intención es destituir a las consejeras que piden una investigación y crear una crisis, entonces esa comisión solo busca consumar los delitos electorales que se cometieron», advirtió. Según su criterio, los órganos competentes para investigar lo sucedido son los operadores de justicia, no el Congreso.

El exministro también destacó que lo que se busca con la conformación de esta comisión es desestabilizar el proceso electoral con miras a las elecciones generales. «Todo parece indicar que se quiere perjudicar las elecciones, y si no nos explican lo que realmente ocurrió, todos vamos a pensar que se trata de un plan para desestabilizar el país», agregó.

El futuro de las elecciones generales

Con respecto a las elecciones generales del 30 de noviembre, Mejía manifestó que lo ideal sería que el proceso siga su curso sin más contratiempos. «Lo que se espera es un esclarecimiento de quiénes son los responsables, y que el proceso siga normal. Todos queremos que las elecciones se realicen sin problemas», expresó.

Sin embargo, advirtió que si el país no recibe una explicación clara sobre lo ocurrido en las primarias, y si existe la posibilidad de que se repitan los mismos errores, la preocupación será aún mayor. «Si la sombra de la desorganización y el fraude sigue rondando, la preocupación es real», afirmó.

Lecciones para el futuro electoral

Mejía concluyó su análisis señalando que las elecciones en Honduras deben estar bajo un constante escrutinio popular, ya que el pueblo tiene un papel fundamental en la vigilancia del proceso. «No podemos dar nada por sentado, debemos estar atentos a los procesos electorales y ser vigilantes. Cuando la ciudadanía denuncia irregularidades, es mucho más difícil para aquellos que intentan perjudicar el proceso», subrayó.