El periodista y fundador del Partido Nueva Ruta por Honduras, argumentó que lo consideró no seguro para su salud.
En diálogo sostenido con su colega, el periodista Carlos Martínez, en el Programa En La Mira este martes, López confirmó que sí le invitaron al evento empresarial “Encuentro Nacional Empresarial, ENAE-COHEP 2021”, promovido por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y en donde participó el enviado especial de Estados Unidos para el tema del Triángulo Norte Centroamericano, Ricardo Zúñiga.
“Me invitaron cordialmente, me invitaron con mucho tiempo; pero cuando tuve que reconfirmar, me dijeron que me tenía que someter a un examen PCR, para poder entrar a la reunión. Que yo llegara a las 9:00 de la mañana, que me iban a meter un hisopo por la nariz para demostrar que yo no tenía Covid”, relató el también presidenciable por Nueva Ruta.
“Entonces le respondí a la señorita que me estaba preguntando, que no iba a ir. Porque, primero, no sabía quién iba a manipular el hisopo, no sabía quién iba a hacer el examen y por cuestiones de prudencia decidí no ir”, expresó Esdras.
Al tiempo que consideró que el presidente del Cohep, Juan Carlos Sikaffy, ha confundido el accionar del ámbito familiar, con las del ámbito empresarial.
“Es que yo creo que el buen amigo Sikaffy creyó que era la boda de la hija de él; porque cuando se casó su hija le hizo pruebas Covid a todos los invitados. Entonces yo no quise exponerme a perder la prudencia”. Y agregó. “Eso es lo que pasa cuando la institucionalidad la tratas como si fuera tu casa”, afirmó.
“Me dijeron que todas las personas que iban a entrar a esa reunión tenían que hacerse una prueba PCR antes de entrar y que iban a esperar 15 minutos para entrar a la reunión y yo no quise participar por cuestiones de seguridad. Estimé a bien no participar en esa reunión y no someterme a una prueba de Covid para ir a escuchar una conferencia vía Zoom y a unas propuestas del Cohep que me las pueden enviar por otra vía; por eso no fui y les agradezco mucho la gentileza que tuvieron en invitarme”, reafirmó.
SU PUNTO DE VISTA EN CUANTO A LA DISERTACIÓN DE ZÚÑIGA
“Me pareció interesante la participación de él, pero contradictoria a la vez porque dice que no quieren que se repitan los sucesos de las elecciones pasadas, y en las elecciones pasadas hubo un intervencionismo norteamericano para declarar al ganador de las elecciones”.
“Hay que recordar quién llegó al Tribunal Supremo Electoral. Entonces quien armó el macaneo en las elecciones fue la intervención norteamericana, la presión de la embajada y qué pena que los candidatos que estuvieron allí no pudieron refutar eso y decir que si hubo una mala elección fue por la forma en que impusieron los resultados”.
Cuando se le recordó que a los presidenciables hondureños allí presentes no se les permitió participar en el evento, Esdras comentó sin pérdida de tiempo. “Entonces eso me da a entender que de nada bueno me perdí”.
Sin embargo, el ‘aguacero’ de críticas que Zúñiga dejó caer (que por cierto ya nadie se jacta que es hondureño) no solo fue en contra de la clase política, también en contra del empresariado.
“Aquí todo el mundo hace su esfuerzo, yo recuerdo una vez con una licitación de unos megas de energía y el embajador de Estados Unidos era Larry Palmer y quedó afuera una compañía que se llama AES, entonces Palmer llegó a la Casa Presidencial, le torció el brazo a Mel y le terminaron dando contrato a esta compañía”, expresó.
“Entonces cada quien hace su lucha, cada quien hacer su fuerza y eso daña el estado de derecho, daña la forma en que se gobierna un pueblo cuando todo mundo mete las manos. Nosotros proponemos que debemos regresar al estado de derecho, debemos respetar la voluntad soberana del pueblo y debemos devolverle la dignidad al pueblo, al empresariado, a los políticos”.
Ejemplificó con algunos encontronazos recientes entre el Presidente y el gremio empresarial. “Aquí escuchamos cómo se les dice a los empresarios, yo he escuchado al Presidente decirles a los empresarios que tienen las manos llenas de sangre, por ejemplo; y un tiempo después está comiendo con ellos y el empresario no tiene ningún escrúpulo cuando les llega a llamar sinvergüenzas que tienen las manos llenas de sangre”. Lamentó que da la impresión que ya no se presta atención al desprestigio.
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