Epilepsia afecta a uno de cada 100 hondureños y la cifra sigue en aumento

Epilepsia Afecta A Uno De Cada 100 Hondurenos Y La Cifra Sigue En Aumento

La enfermedad neurológica afecta a uno de cada 100 hondureños, mientras expertos advierten sobre la necesidad de mayor información y acceso a la salud.

Tegucigalpa, Honduras. La epilepsia, un trastorno neurológico crónico que afecta a personas de todas las edades, se ha convertido en una de las enfermedades más comunes en Honduras y el mundo. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), alrededor de 50 millones de personas padecen epilepsia a nivel global, mientras que en Honduras, estudios médicos indican que uno de cada 100 habitantes vive con esta condición.

La epilepsia se produce cuando el tejido cerebral experimenta cambios que lo vuelven excesivamente excitable o irritable, lo que provoca descargas eléctricas anormales en las células cerebrales. Como resultado, los pacientes sufren convulsiones repetitivas e impredecibles, afectando su calidad de vida y aumentando el riesgo de accidentes y complicaciones de salud.

A pesar de su alta incidencia, los especialistas advierten que la falta de información sobre el diagnóstico y el tratamiento sigue siendo un obstáculo para muchas personas en Honduras. La detección de la epilepsia puede realizarse a través de tres métodos principales: exámenes neurológicos, análisis de sangre y pruebas genéticas. Sin embargo, el acceso limitado a estos estudios dificulta un diagnóstico oportuno, lo que retrasa el inicio del tratamiento adecuado.

El tratamiento de la epilepsia busca reducir o eliminar las convulsiones mediante diferentes enfoques, como el uso de medicamentos antiepilépticos, cirugías especializadas, terapias de estimulación cerebral mediante dispositivos y la dieta cetogénica. Sin embargo, la disponibilidad de estos tratamientos en el sistema de salud hondureño no es equitativa, lo que deja a muchos pacientes sin la atención necesaria.

Médicos y expertos en neurología coinciden en que es fundamental fortalecer la educación sobre la epilepsia y garantizar el acceso a tratamientos efectivos para mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad. Mientras tanto, la cifra de personas diagnosticadas continúa en aumento, subrayando la urgencia de una respuesta integral por parte del sector salud.