Ejemplo de esta situación patológica de la realidad hodureña, son las dudas sembradas en cuanto a la calidad u originalidad de las vacunas compradas por el Seguro Social.
Fue el presidenciable Salvador Nasralla quien habría manifestado durante el fin de semana que las tales vacunas podrían no ser tales, sino que suero.
Esto molestó en gran medida al presidente Hernández quien expresó que para demostrar la confianza es ese biológico, él irá a IHSS a ponerse la vacuna.
“Yo ya hice mi cita en el Instituto Hondureño de Seguridad Social porque estoy en el grupo de personas de 18 a 59 años con comorbilidad e iré para que me apliquen la vacuna AstraZeneca" afirmó el presidente Hernández.
Y agregó. “Es una semejante irresponsabilidad que debemos salir al paso a cortarla inmediatamente, unos desmeritan la vacuna de AstraZeneca, pero esa voy a pedir que me pongan para demostrarle a la gente que es buena y que necesitamos que todos nos vacunemos”, expresó el mandatario.
Ante esta reacción del mandatario, Nasralla expuso que eso no fue precisamente lo que había manifestado.
“Yo no dije eso, lo que le comenté a un periodista el otro día que, así como nos engañó con los hospitales diciendo que iban a venir los mejores hospitales del mundo y que aprobó un endeudamiento superior a los mil millones de lempiras, nos podía engañar con las vacunas”, expresó el político.
Sin embargo, pueda ser que sí haya un poco de suero en las declaraciones de Nasralla. “Puede ser que yo haya dicho suero, puedo perfectamente desconfiar. Así como nos engañaron con los hospitales que llegaron incompletos, por qué tengo que confiar que las vacunas que compró vienen con la temperatura y componente adecuado”, reclamó.
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