Tegucigalpa. Mientras el oficialismo realiza su marcha en las calles de Comayagüela este jueves, pacientes renales y sus familiares protagonizaron una marcha paralela para exigir respeto a sus derechos, la permanencia de la Ley Renal, así como el abastecimiento urgente de medicamentos y mejoras en los tratamientos de hemodiálisis.
Portando pancartas que decían “Queremos vivir” y “Somos pacientes, no somos delincuentes”, los participantes denunciaron el abandono por parte del Estado.
“Nuestro reclamo es que nos quieren derogar la Ley Renal, acaban de meter un proyecto de ley para derogarnos la ley actual, estamos en contra de esas disposiciones”, expresó Nahún Ramírez, uno de los pacientes afectados.
También denunció que el Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS) no reconoce los tratamientos de hemodiálisis en la clínica de Comayagüela y mantiene sin operar el centro destinado en Danlí. “Nos ven como una carga”, lamentó.
La tensión subió cuando, durante el inicio de la marcha del partido Libertad y Refundación (Libre), los pacientes se encararon con un representante de la Secretaría de Salud para exigir que se les priorice.
El caso de los pacientes renales revela una realidad dolorosa: en Honduras, enfermarse es casi una condena.