Desde ayer trascendió un artículo de Central America Strong, donde se solicita al presidente de Estados Unidos indultar al exmandatario Juan Orlando Hernández, con lo que puede, según la nota, garantizar que “Estados Unidos Primero” signifique ‘Centroamérica Fuerte’”.
EE. UU. En un contexto de creciente tensión en Centroamérica, la presidente de Honduras, Xiomara Castro, desató desafíos abiertos a Estados Unidos, al dar una serie de declaraciones, donde advirtió que podría expulsar las bases militares estadounidenses del país si el cuadragésimo séptimo presidente de EE.UU. Donald Trump sigue adelante con sus planes de deportación de los hondureños indocumentados.
Este conflicto entre la administración hondureña y la estadounidense refleja el deterioro de las relaciones bilaterales entre ambas naciones y también subraya las complejas dinámicas de poder en la región y cómo estas podrían impactar la seguridad y los intereses estratégicos de EE.UU.
En su análisis publicado en AmericanMind.org, Gavin Wax y Eduardo Rivero, expertos en política y relaciones internacionales, profundizan en el panorama actual y la forma en que las decisiones de Castro afectan la estabilidad de esta nación.
Según los autores, la postura de la presidente de Honduras ha sido clara: además de las amenazas contra las bases estadounidenses, ha tomado medidas que afectan directamente la cooperación entre ambos países, tales como el desmantelamiento de tratados de extradición y el fortalecimiento de lazos con regímenes como el de Nicolás Maduro en Venezuela.
#NOTICIAS247HN | 🧐 ¿Un regreso polémico?
VIDEO | El indulto a un exaliado clave de EE.UU. podría sacudir Centroamérica. Trump estaría evaluando perdonar a #JuanOrlandoHernández, expresidente de Honduras, un hombre que fue vital en la lucha contra el narcotráfico, según un… pic.twitter.com/NyMjf85uoG— Noticias 24/7 HN (@noticias247hn) January 25, 2025
INDULTO
Pero dentro de esta maraña de decisiones inequívocas de la presidente hondureña, surge un tema de debate, el indulto al expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández, por parte del ahora presidente Donald Trump. Esto a raíz de que, durante el mandato de Hernández, este se destacó como un firme aliado de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y en la implementación de políticas migratorias más estrictas.
Sin embargo, tras su salida del poder y su extradición a EE.UU., su figura se ha convertido en un símbolo de la creciente división política en Honduras y, al mismo tiempo, de la desconfianza hacia la administración de la presidenta Castro.
De acuerdo con el artículo publicado en AmericanMind.org por los analistas Gavin Wax y Eduardo Rivero, EL INDULTO a Juan Orlando Hernández sería una medida estratégica necesaria para reafirmar los intereses de Estados Unidos en la región y restaurar las alianzas perdidas. En el análisis, se destaca que la administración de Hernández fue clave para la cooperación entre ambos países, especialmente en temas de seguridad y la lucha contra los cárteles de la droga. Bajo su mandato, Honduras jugó un papel fundamental en la extradición de narcotraficantes hacia Estados Unidos, un aliado importante en la guerra contra el narcotráfico.
El artículo es contundente al indicar textualmente: “El primer paso que debe dar la Administración Trump es claro: indultar al expresidente conservador hondureño Juan Orlando Hernández, un patriota convertido en preso político a manos de la corrupta Administración Biden”.
Continúa: “Estados Unidos tuvo en su momento un socio fuerte en el presidente Hernández, un aliado feroz de Donald Trump y un campeón probado en la guerra contra los cárteles. Pero el Departamento de Justicia de Biden lo atacó sin descanso. ¿Su delito? Luchar para evitar que Honduras cayera en el caos y atreverse a ponerse del lado de Estados Unidos. En lugar de aplaudir su historial de extradición de capos de la droga, seguridad de la frontera y desmantelamiento de imperios criminales, el Departamento de Justicia de Biden lo desprestigió con acusaciones endebles inventadas por los mismos narcotraficantes que Hernández extraditó a Estados Unidos para ser juzgados”.
Prosigue: “cuando Hernández perdió el poder, Xiomara Castro lo extraditó a Estados Unidos, eliminando así a su principal oponente político». El fiscal general de Biden, Merrick Garland, incluso admitió que lo hicieron para “ayudar” al gobierno izquierdista de Castro a consolidar el poder. Esto no es justicia; es sabotaje, puro y simple, y todo para allanar el camino para que un régimen liderado por Castro refuerce su control del poder en Honduras. Esta guerra legal descarada envía un mensaje escalofriante: si te atreves a apoyar a Trump y a Estados Unidos, eres un blanco para la destrucción. Los paralelismos con los ataques de la izquierda al presidente Trump son evidentes. Una campaña implacable de acoso legal, encabezada por el fiscal de distrito de Manhattan Alvin Bragg, fue diseñada para silenciar y destruir a un patriota que priorizaba a la nación y desafiaba la agenda izquierdista”.
“Hoy, Hernández se encuentra en una prisión federal, el mismo destino que los demócratas querían para el presidente Trump. Los resultados de esta vendetta no sorprenden: los cárteles están resurgiendo, los tratados se están desmoronando y los regímenes antiamericanos están prosperando. Se trata de una estrategia deliberada para socavar la influencia de Estados Unidos y castigar a cualquiera que se atreva a resistirse”.
En ese sentido, los analistas dejan claro que Trump debe utilizar su poder presidencial para otorgar EL INDULTO a Hernández y restablecer así una relación de confianza con aquellos que han sido aliados clave en la lucha contra el crimen en la región.
El indulto no solo tiene implicaciones políticas dentro de Honduras, sino que también juega un papel crucial en la política exterior de Estados Unidos. Como los autores del artículo mencionan, la lucha contra el narcotráfico, la migración ilegal y la influencia de China en la región son cuestiones clave para la seguridad de Estados Unidos. El regreso de Hernández a la política hondureña podría ser un paso importante, según los autores, para restaurar los logros alcanzados durante su mandato, especialmente en cuanto a la cooperación con Estados Unidos en la lucha contra los cárteles y el fortalecimiento de las políticas de seguridad fronteriza.
Además, los analistas señalan que este indulto podría servir como una forma de contrarrestar la creciente influencia de gobiernos como el de Xiomara Castro, que han optado por alinear sus políticas con regímenes autoritarios como el de Nicolás Maduro en Venezuela y fortalecer los lazos con China. En un momento en que Beijing ha aumentado su presencia en América Central, la política exterior de Estados Unidos debe dar un paso firme para preservar su influencia en la región, y el indulto a Hernández podría ser uno de esos pasos.
Finalmente, concluyen en que “si Trump responde decisivamente a las amenazas de Xiomara Castro y perdona a Hernández, Trump puede garantizar que ‘Estados Unidos Primero’ signifique ‘Centroamérica Fuerte’”.