El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pasó de proclamar el final de la posguerra con su llegada al poder (2019) a negar el valor de los Acuerdos de Paz de 1992, que pusieron fin a doce años de conflicto armado, lo que diversas voces señalan como un retroceso en materia de derechos humanos y de democracia.
Así lo afirmó a la agencia de noticias Efe la activista y candidata a ocupar la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Celia Medrado, quien señaló que atrás del "negacionismo histórico" del mandatario se oculta una intención electoral y de respaldo a la impunidad.