Particularmente en Honduras, hay una significativa reducción de áreas de cultivo a consecuencia de diversos factores como el cambio climático, falta de apoyo a los productores, incluso hasta la falta de seguridad en la inversión, señala Juan Valladares, presidente de la Asociación de Productores de Granos Básicos (Prograno).

“Hay una decadencia en cuanto a áreas de producción, producto de los desincentivos, las consecuencias del cambio climático, el riesgo de desarrollar la actividad, poca estructura de riego y poca seguridad en la inversión”, expuso.

Con respecto a la dependencia total climática dijo que la preocupación es grande, porque los pronósticos indican que este año será altamente seco. “lo que vendría a ser como el tiro de gracia para los productores”, señaló.

Valladares recordó que en los últimos tres años se contrajo el compromiso de vender un millón 500 mil quintales de maíz a la agroindustria, pero apenas cumplen con el 50 por ciento de la demanda.

“Se está volviendo recurrente que no producimos y no ofertamos ni el compromiso de compra que se adquirió con la agroindustria”, lamentó.

El presidente de Prograno mencionó que la producción del grano básico está estancada en 750 mil quintales anuales, y para el 2023 se prevé que la misma baje.