La pobreza, la desigualdad y el cambio climático agravan la inseguridad alimentaria en el país
Tegucigalpa, Honduras. La inseguridad alimentaria en Honduras sigue en aumento, con un 80% de los hogares del país reduciendo su alimentación a solo dos comidas diarias, según el Observatorio de Seguridad Alimentaria de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Expertos advierten que para junio de 2025, alrededor de 2.2 millones de hondureños no podrán acceder a una alimentación adecuada, lo que pone en riesgo su salud y bienestar.
La coordinadora del observatorio, María Luisa García, explicó que el fenómeno es resultado de múltiples factores, entre ellos la pobreza, la desigualdad y el cambio climático. “Aproximadamente 2.2 millones de hondureños estarán viviendo en inseguridad alimentaria para mediados de este año. Esto se debe, en parte, a los efectos de la tormenta Sara del año pasado, que afectó severamente los cultivos, especialmente en el norte del país, donde las lluvias no han cesado”, detalló García.
Además del impacto climático, el país enfrenta una crisis económica agravada por las deportaciones masivas de hondureños desde Estados Unidos. De acuerdo con el Observatorio de Migraciones Internacionales de la UNAH, un número considerable de los deportados eran trabajadores que enviaban remesas a sus familias. Su regreso forzado reduce significativamente el flujo de dinero en muchos hogares, afectando su capacidad para comprar alimentos.
El investigador Christian Manzanares, también del Observatorio de Seguridad Alimentaria, destacó que más de un millón de hogares hondureños han tenido que reducir su ingesta diaria. “Nuestras estadísticas indican que entre el 40% y 45% de los hogares han pasado de tres comidas diarias a dos, debido a la falta de ingresos suficientes para adquirir alimentos”, explicó.
Otro sector afectado es la población adulta mayor, donde el 48% presenta problemas de malnutrición. Esta situación incrementa la presión sobre el sistema de salud pública, el cual ya enfrenta serias deficiencias. “Vemos que un sector de salud colapsado no puede atender a todos los habitantes. Honduras ha sido un país correctivo y no preventivo en estos temas”, señaló Manzanares.
En el ámbito educativo, el inicio del año escolar ha evidenciado la precariedad en la alimentación infantil. Muchos niños llegan a las aulas sin haber comido, dependiendo únicamente de los alimentos proporcionados en sus centros educativos. “No tenemos cifras exactas, pero sabemos que en zonas rurales y urbanas hay muchos niños en edad escolar que solo comen lo que reciben en la escuela”, afirmó García.
La crisis alimentaria también ha sido impulsada por el alza en los precios de los productos básicos. En enero de 2025, 18 de los 30 productos de la canasta básica aumentaron su precio, reduciendo aún más el acceso de la población a una alimentación adecuada.
Ante este panorama, expertos y organizaciones hacen un llamado a las autoridades para implementar medidas urgentes que garanticen el derecho a la alimentación y frenen el deterioro de la seguridad alimentaria en el país.