El deslizamiento moderado podría impactar la inflación y el costo de productos esenciales.
Tegucigalpa. La expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas, Amparo Canales, advirtió esta mañana que el deslizamiento de la moneda hondureña frente al dólar continuará durante el primer trimestre de 2025. Durante una entrevista en HRN, Canales explicó que esta depreciación forma parte de los compromisos asumidos por el gobierno en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Se espera que el deslizamiento sea moderado, no tan acelerado como en las últimas semanas de 2024», señaló Canales. Sin embargo, destacó que en apenas dos días de operaciones en enero, el tipo de cambio ya mostró un incremento de 0.03 lempiras, pasando de 25.50 a 25.53 lempiras por dólar.
Impacto económico directo en consumidores
Canales enfatizó que la depreciación tiene implicaciones significativas en la economía del país, particularmente debido a la dependencia de Honduras en productos importados, como combustibles, medicamentos y bienes de consumo para la producción.
“El costo de adquirir la divisa se traslada a los consumidores finales. Esto presiona los niveles de inflación, especialmente en los productos importados, generando lo que llamamos inflación importada”, explicó.
Aunque la inflación cerró en 2024 en un rango entre 4% y 5%, por debajo de lo previsto, Canales indicó que los aumentos en los precios de bienes esenciales no han retrocedido a niveles anteriores. «Muy pocos de esos precios volvieron a los valores previos a los incrementos«, agregó.
Proyección económica para 2025
El análisis de Canales refuerza la preocupación por la estabilidad económica en un contexto donde el país enfrenta desafíos inflacionarios y una alta dependencia del mercado externo. Si bien el gobierno busca mantener un control moderado del deslizamiento, los próximos meses serán críticos para evitar un impacto mayor en los sectores más vulnerables de la población.
El seguimiento al comportamiento de la moneda y la implementación de políticas económicas adecuadas serán clave para mitigar los efectos de esta depreciación en el poder adquisitivo de los hondureños.