San Pedro Sula. La desaparición de un joven militar hondureño en una de las zonas más violentas del país ha encendido las alarmas sobre el creciente control de estructuras criminales en sectores urbanos. Hilder Henry Prado, de apenas 19 años y originario de La Moskitia, fue presuntamente secuestrado, torturado y asesinado por pandilleros en la conflictiva zona de Chamelecón, según relatan fuentes cercanas al caso.

Aunque aún no se ha confirmado oficialmente su fallecimiento, en redes sociales circulan imágenes que muestran a un joven con características físicas similares a Prado, sometido a brutales actos de tortura. Estas fotografías han aumentado la angustia de sus familiares, quienes desde hace días claman por respuestas a las autoridades.

Prado formaba parte de las Fuerzas Armadas de Honduras y, de acuerdo con allegados, tenía años de servicio activo. Su desaparición ha generado consternación dentro y fuera del estamento militar, al tiempo que expone la vulnerabilidad incluso de personal uniformado ante la criminalidad organizada que opera impunemente en zonas como Chamelecón.

Hasta el momento, el paradero del joven sigue siendo un misterio. Las autoridades no han emitido un informe claro sobre las acciones emprendidas para su búsqueda, mientras el silencio oficial empieza a generar indignación entre familiares y sectores de la sociedad civil.

Este caso pone nuevamente en el centro del debate la capacidad del Estado para garantizar la seguridad, incluso a sus propios elementos. La comunidad de La Moskitia y la familia de Hilder exigen que se esclarezca lo ocurrido y que no quede como un número más en las estadísticas de desapariciones.