Damnificados por Otis en sur de México dicen que despensas «no alcanzan» para todos
Ciudad de México. A casi tres semanas del impacto del huracán Otis en el sureño estado mexicano de Guerrero, habitantes de Cacahuatepec, uno de los poblados comunales de la zona rural del balneario de Acapulco, el más afectado por el ciclón, aseguraron que las despensas que reparte el Gobierno a damnificados “no alcanzan”.
Virginia García, habitante de esta localidad de poco más de 600 habitantes, agradeció la ayuda que ha podido llegar a esta zona, pese a lo complicado que es el acceso ya que han tenido que acceder por aire para entregar los víveres.
Sin embargo, reconoció que los problemas han comenzado porque para el reparto de las despensas existe un Comité que “no se quiere quedar sin nada” y por ello hay familias a las que no se les reparte la ayuda porque no alcanza.
“Me gustaría que los mismos marinos nos las repartieran (las despensas) porque después ya no las quieren repartir o se hace un conflicto entre las mismas familias aquí porque no alcanzan todos”, aseveró.
Virginia es una de las miles de damnificadas por el huracán Otis, que el pasado 25 de octubre impactó Acapulco como categoría 5 y rompió el récord de intensificación de un ciclón en el país, dejando además, al menos, 48 muertos.
La mujer señaló que, si bien el huracán causó daños en esta localidad, no fueron tan fuertes como en Acapulco, pero su casa sí se vio afectada ya que se quedó sin el techo de lámina que la protegía.
Este sábado elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional acudieron al poblado de Cacahuatepec para entregar 110 despensas de 15 kilogramos cada una con productos de la canasta básica y 200 litros de agua, aproximadamente dos toneladas.
El plan del Gobierno mexicano es entregar 13.000 despensas diarias en diversos municipios de Acapulco en los próximos tres meses, según la Secretaría de Economía.
Sin embargo, al menos en este poblado, los habitantes señalan que las despensas no alcanzan para todos, por lo que han propuesto que exista una lista para que quienes no reciben una despensa un día, puedan recibirla al otro y así sucesivamente.
Virginia contó que, a casi tres semanas del paso de Otis, es la segunda vez que recibe la despensa, por lo que mientras no llegaba la ayuda se alimentaron con tortilla de maíz, ya que las familias de aquí tienen producción de este cereal, aunque se vio afectado también por el huracán.
“Ahorita el maíz no nos hace falta, pero pues los demás enseres sí, dijo”.
Reconoció que tras haberse quedado varios días sin luz ni agua, ya les han sido restablecidos estos servicios, pero la preocupación es la comida “lo que se escaseó son los productos de la canasta básica, aquí no hay y si hay están muy caros”.
Elisa Santiago, otra de las damnificadas de este lugar, abundó que la situación se ha complicado pues la única tienda que existía en este poblado, al día siguiente del paso de Otis se quedó sin productos.
“Quienes tenían su dinerito compraron todo”, mientras que las grandes tiendas en Acapulco fueron saquedas y no pudieron acudir a comprar víveres, narró.
“Ya no hubo qué comer en una semana. Nos regalaron frijoles. En mi casa se cayó toda mi cocina, todo perdí ahí, mi estufa, ya de ahí me hacía de comer con mi vecina”.
Aunado a ello, dijo, ahora la población se está viendo afectada por enfermedades como diarrea y temen que ante la situación enfermedades como el dengue broten entre los habitantes.
Este sábado, la Secretaría de Salud federal anunció el despliegue de 10 brigadas en diversos puntos de Guerrero para disminuir o evitar la proliferación del mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.
EFE
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