Crivelli lanza alerta: el Partido Liberal se hunde entre egos, división y ausencia de liderazgo

Tarantula interrumpe transmision y desata gritos en vivo 97

Leopoldo Crivelli, expresidente departamental del Partido Liberal en Cortés, cuestiona el rumbo de su partido y alerta que sin unidad real, el voto independiente y las alianzas serán imposibles de consolidar de cara a las elecciones de 2025.

San Pedro Sula. A tan solo dos meses de las elecciones internas, el Partido Liberal de Honduras enfrenta una de sus mayores crisis de cohesión política en las últimas décadas, según lo manifestó Leopoldo Crivelli Yánez, expresidente departamental del PL y figura de peso en la región norte del país, durante una entrevista en el programa En la Mira del periodista Carlos Martínez.

Crivelli fue contundente: «Todo se ha venido abajo», al referirse al proceso de unidad liberal que parecía acelerarse meses atrás, pero que hoy, ante la falta de consensos, ha caído en disputas internas, exclusión de las bases y luchas por poder prematuras.

“Si nos vamos a las elecciones anteriores, mirábamos liderazgos fuertes, donde había consensos. Pero ahora no hay condiciones. Se le abrió la puerta a Salvador Nasralla y a Jorge Cálix, pero no se les acompañó ni se les mostró autoridad dentro del partido”, criticó el exalcalde de Choloma.

Voto independiente en riesgo

Crivelli advirtió que el movimiento de Nasralla actúa con exceso de confianza, pensando que puede ganar únicamente con el voto independiente, lo que ha bloqueado la posibilidad de construir acuerdos internos. Esa actitud, según él, ha despreciado a la base liberal y ha generado una desconexión peligrosa con sectores que quieren aportar propuestas al país.

“Ellos creen que lo tienen todo aunque no tengan nada. Se sienten tan seguros que no han querido ver las debilidades. Pero si no logran unirse con sus propias fuerzas, ¿quién querrá negociar con ellos?”, cuestionó.

“No hemos ganado nada y ya pelean ministerios”

A juicio del dirigente liberal, la crisis no solo es de estrategias, sino también de actitudes. Denunció que muchos actores políticos ya discuten cuotas de poder y nombramientos en un eventual gobierno, cuando aún no hay nada asegurado.

“Es lo más neófito que he visto. Aunque tengan años en política, están peleando por ministerios sin haber ganado nada. Mientras tanto, el partido sigue fraccionado y con ofensas hacia sus propios diputados”, lamentó.

También cuestionó la falta de propuestas concretas por parte de Nasralla, especialmente en zonas como Choloma, donde el desempleo, la educación y la salud siguen sin respuestas.

“Ese voto indeciso está esperando propuestas. Pero si seguimos con pleitos y sin mensaje, no van a votar por nosotros. Y si lo hacen, será por otra opción”, añadió.

Una oposición dividida favorece al oficialismo

El periodista Carlos Martínez recordó que actualmente el Partido Nacional tiene una ventaja de 150 mil votos sobre el Partido Liberal, y el Partido Libre tiene una base de 75 mil. En ese contexto, una oposición dividida sería un regalo para el continuismo.

Crivelli coincidió: “Los liberales queremos sentirnos parte del gobierno, no solo por puestos, sino para aportar ideas. Yo quiero trabajar por la población discapacitada, pero si no hay apertura, no se puede. Hoy, nadie confía en un partido que no está unido”.

¿La presidencia del Congreso en juego?

Una de las polémicas que ha generado fricción interna ha sido la supuesta promesa de dar la presidencia del Congreso Nacional a Jorge Cálix si es electo diputado en alianza con Nasralla. Martínez planteó el escenario en que el Partido Nacional, como parte de una alianza, exija ese cargo. Crivelli respondió que abrirle espacio a Cálix no garantiza su llegada al poder legislativo.

“Eso es parte del problema, se arman polémicas innecesarias. Puede venir una alianza fuerte y el PL tendrá que ceder espacios. Pero si no hay acuerdos desde ya, seguiremos como estamos: divididos y sin propuestas”.

Crivelli cerró con una advertencia que, más que crítica, sonó a súplica: “Estamos a cinco meses reales de las elecciones. No hay unidad, no hay propuesta y no hay estrategia para convencer al voto indeciso. ¿Qué estamos esperando?”