Crisis migratoria: Más de 280,000 hondureños en lista de deportación, ¿cómo se afrontará este reto?

La Lima, Cortés. En los primeros días de enero, Honduras ha comenzado a recibir a los primeros deportados del año, una realidad que, aunque esperada, ha causado gran preocupación por la crisis humanitaria que ya atraviesa el país. En solo tres días, tres vuelos llegaron a San Pedro Sula con 355 hondureños retornados desde Estados Unidos, lo que marca el inicio de un flujo constante que podría aumentar en los próximos meses.

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Muchos de los deportados regresan a un país que para ellos es ahora practicamente desconocido, tras haber vivido más de dos décadas en EE. UU., sin recursos, sin trabajo y con ilusiones destruidas, enfrentan la incertidumbre de un futuro incierto. Alex, por ejemplo, vivió siete años en Estados Unidos y fue detenido mientras salía de su trabajo. “Me detuvieron en noviembre, tenía una orden de deportación desde 2018. Me andaban buscando desde entonces. Ya no tengo a nadie aquí, toda mi familia está allá”, lamentó Alex, quien, a pesar de las circunstancias, asegura que intentará nuevamente llegar a EE. UU. “Voy a seguir intentando, porque allá está toda mi familia, no tengo a nadie aquí”, dijo al canal estadounidense Estrella TV.

Este fenómeno no es aislado. Son cientos los hondureños que, después de vivir por años en Estados Unidos, se ven obligados a regresar a un país del que ya no tienen vínculos sólidos. Mario, otro deportado, relató su experiencia tras pasar 41 meses en prisión. Fue castigado con una pena doble debido a un «reentre», es decir, por haber intentado ingresar nuevamente a EE. UU., tras ser deportado previamente. “Me dieron reentre y me contaron la pena doble. Fue una condena de 41 meses”, recordó Mario, quien se enfrenta ahora a una dura reintegración en su país natal.

 

En ese contexto, Idalia Bordiño, del Centro de Atención al Migrante Retornado, señaló que la situación de los deportados es una emergencia humanitaria. “Es un gran reto para el país. Yo imagino que el gobierno va a intentar negociar (con la administración de Trump), va a crear alguna política de retorno segura. En San Pedro Sula se promueven campañas para frenar el flujo migratorio”, comentó. Sin embargo, la situación ya ha rebasado la capacidad de respuesta del gobierno.

¿Por qué decimos que es una emergencia humanitaria? Porque, según estadísticas de algunas organizaciones, al menos entre 800 y 1,000 personas salen diariamente de Honduras en su intento de llegar a Estados Unidos. Las cifras indican que la migración continúa en aumento y, con ello, la presión sobre el país para atender a los retornados también se incrementa.

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Deportaciones Masivas Bajo la Administración Trump

A pesar de que la administración de Donald Trump aún no ha asumido oficialmente la presidencia de Estados Unidos, las deportaciones masivas ya están en marcha, aceleradas por el gobierno saliente.

De acuerdo con César Ramos, de la Comisión Acción Social Menonita (CASM), ya se han deportado miles de hondureños en los primeros días de este año, y se espera que el número se eleve dramáticamente una vez que Trump tome posesión. “Ya se están ejecutando deportaciones masivas, a pesar de que Trump aún no ha asumido su cargo. Esta es una medida anticipada para cumplir con sus promesas de endurecer las políticas migratorias”, detalló Ramos, al canal estadounidense Estrella TV, también indicó que se prevé que más de 280,000 hondureños sean deportados este año.

Esta situación ha colocado al gobierno de Honduras en un dilema crítico, pues el país no está preparado para recibir a una cantidad tan grande de deportados, quienes en su mayoría no cuentan con un lugar donde quedarse ni con recursos económicos para reintegrarse. La crisis de los retornados no solo ha generado un impacto social, sino también económico, pues la llegada masiva de hondureños sin apoyo del Estado podría aumentar los problemas de pobreza y desempleo.

La Crisis Humanitaria que Nadie Quiere Enfrentar

El regreso de los migrantes, a menudo no planificado ni esperado por muchos de ellos, resalta la grave crisis que enfrenta Honduras. José, un joven que huyó de la violencia y la extorsión en su barrio hace tres años, expresó que la falta de seguridad es una de las principales razones por las que la gente se ve obligada a migrar. “Me fui por la violencia, porque no se puede trabajar. El gobierno tiene que hacer algo más para que muchas personas no tengan que irse del país”, aseguró José.

El presidente Trump ha prometido implementar medidas aún más estrictas contra la migración, lo que ha generado un clima de incertidumbre en los hondureños que aún esperan la oportunidad de llegar a EE. UU. Sin embargo, las deportaciones ya se están ejecutando con fuerza. Los vuelos de repatriación, que antes llegaban con menor frecuencia, ahora se han vuelto regulares, y las autoridades hondureñas temen que la cifra de retornados aumente considerablemente.

 

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La Capacidad de Recepción: Un Desafío para Honduras

Con la llegada constante de deportados, las capacidades de Honduras para atender este fenómeno están siendo puestas a prueba. Las organizaciones de derechos humanos y migrantes, como la Comisión Acción Social Menonita, advierten que el país no tiene la infraestructura ni los recursos para asistir adecuadamente a las miles de personas que regresan, muchas de las cuales ni siquiera tienen un lugar a dónde ir.

“Definitivamente no estamos preparados. Honduras no tiene una estrategia efectiva para recibir a los deportados, ni para atender a los miles de migrantes que siguen intentando llegar a EE. UU. Sin una política de retorno adecuada, esta situación solo empeorará”, señaló Ramos, quien reiteró la necesidad urgente de un plan de reintegración y un enfoque más efectivo para frenar la emigración desde Honduras.

¿Qué Está Haciendo el Gobierno para Enfrentar la Crisis?

Farabundo Murillo, dirigente de la Organización Defensora de Migrantes, ha hecho un llamado a que se detengan las deportaciones masivas, pues asegura que esto solo agudizará la crisis. “No podemos permitir que se cumpla esa amenaza de deportaciones masivas. Honduras necesita una solución integral para frenar este éxodo”, señaló Murillo, quien se mostró preocupado por el futuro de miles de hondureños que se ven atrapados en esta espiral migratoria.