El  lunes recién pasado, el alcalde sampedrano, Roberto Contreras, manifestó, quizá sin esperar a que todos los circuitos y transistores estuvieran debidamente conectados, que en la municipalidad sampedrana estaban trabajando varias amantes de funcionarios y que las iba a despedir.

“El problema es que ellos tienen sueldos muy grandes y han empleado también toda su parentela. La base de Libre reclama su trabajo de salarios mínimos; pero si ellos vienen a contratar a sus amantes y vienen a contratar también a personas con sueldos de 60, 70 mil lempiras como el señor César Padilla entonces tenemos que despedirlo porque nunca llega a trabajar, pues”, manifestó Contreras.

Coincidencia o no, lo cierto que un día después, este martes, a tres empleadas les cayó como ‘balde de agua fría’ la entrega de su respecta carta de despido. Es de hacer notar que las tres contaban con contrato de trabajo indefinido, o sea, laboraban en carácter de permanentes.

Es de aclarar que en las cartas de despidos a ninguna de las tres se les relaciona casual de ningún acto reñido con la moral del trabajador. Aunque sí las causales enumeradas en cada una de las cartas afectan el currículum del despedido, ya que entre las mencionadas figuran: pérdida de confianza del patrono hacia ellas, inhabilidad, negligencia e infidencia.

Además de ello, las coincidencias, en que horas antes, el lunes para ser exactos, el edil manifestara tal situación y luego vengan despidos es como para que armar una soga de solo ‘atar cabos’.

Por lo que habría que esperar cuál va a ser la reacción de las afectadas, si lo van a tomar sin ninguna contrariedad, o procederán por la vía de lo administrativo, o si se decidirán atender por el orden de lo civil.

Lo que si esta claro es que las tres féminas son miembros activos del partido Libre en SPS, por lo que levanta la suspicacia que los despidos son de carácter político y no por falta de capacidad.