TEGUCIGALPA. El Congreso Nacional (CN), aprobó este miércoles la extensión del estado de excepción por un periodo de 45 días. La medida, que comenzó a las 6:00 p.m. del 21 de noviembre, se mantendrá vigente hasta las 6:00 p.m. del 5 de enero de 2025. Esta acción tiene como objetivo continuar con los esfuerzos de las fuerzas de seguridad del Estado para restaurar el orden y garantizar la seguridad de la población hondureña.
La medida fue respaldada por la mayoría de los diputados, pero no sin controversia, ya que el Partido Liberal dejó claro que brindará un plazo de 45 días para evaluar nuevos enfoques si no se observan resultados satisfactorios.
El jefe de la bancada del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rafael Sarmiento, presentó una moción para dispensar el segundo debate y acelerar el proceso, una propuesta que fue aceptada por los legisladores. Esta moción fue respaldada por la bancada liberal, bajo la condición de que, en caso de no observarse mejoras en la efectividad de la medida, el estado de excepción no recibirá su apoyo en futuras prórrogas.
En palabras del jefe de la bancada liberal, Mario Segura, el Partido Liberal otorgó un ultimátum claro: «El estado de excepción no está funcionando. Les damos 45 días para que replantéen y presenten nuevas medidas en enero». Esto deja en claro que los liberales están dispuestos a evaluar el impacto de esta medida en los próximos meses antes de decidir si apoyan una nueva extensión.
El estado de excepción, que incluye la suspensión temporal de ciertas garantías constitucionales, ha sido una herramienta clave en la lucha contra la criminalidad en el país. A través de esta medida, se ha logrado un avance significativo en el combate a la violencia y el crimen organizado. Entre los logros destacados, se resalta que 66 municipios en el país han reportado cero incidencias de homicidios, mientras que 230 municipios han tenido entre 0 y 8 homicidios, lo que representa una reducción de 15.2 puntos en la tasa anual de homicidios por cada 100,000 habitantes.
Además, los esfuerzos de seguridad han llevado a una notable reducción de 791 muertes violentas en comparación con el mismo periodo del año anterior, junto con una disminución de 161 muertes violentas de mujeres. Estos resultados han sido fundamentales para mantener la paz en diversas regiones del país, brindando una sensación de seguridad tanto en las zonas rurales como urbanas.
La medida sigue siendo respaldada por las autoridades como una respuesta necesaria para frenar el crimen organizado y otros delitos que afectan a la sociedad hondureña. Sin embargo, se reconoce que los esfuerzos deben continuar para garantizar que los avances conseguidos se mantengan y se sigan impulsando políticas de seguridad efectivas.