Hugo Noé Pino, vicepresidente del Congreso Nacional (CN) decidió suspender abruptamente la sesión por el marcado nivel de insurrección en ese poder del Estado.
Tegucigalpa. El Congreso Nacional reanudó este miércoles sus labores legislativas tras 57 días de receso con la aprobación de dos medidas clave: la eliminación del receso parlamentario de mayo y la ampliación del plazo para que partidos políticos y candidatos entreguen sus informes financieros ante la UFTF. Sin embargo, el intento de retomar la agenda legislativa terminó abruptamente en medio de gritos, reclamos y tensión en el pleno.
Durante la jornada, el vicepresidente del Congreso, Rasel Tomé, presentó una iniciativa que permite que los diputados sesionen del 1 al 31 de mayo, a pesar de que la Ley Orgánica del Poder Legislativo establece un receso en ese mes. La propuesta fue aprobada con dispensa de debates, lo que habilita formalmente el trabajo legislativo continuo durante ese periodo.
Posteriormente, la diputada Karen Martínez introdujo otra moción urgente para extender hasta el 30 de abril el plazo de entrega de informes financieros por parte de los sujetos obligados ante la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización (UFTF). Esta medida también fue respaldada por la mayoría de la Cámara, otorgando más tiempo a partidos y candidatos para cumplir con este requisito legal.
Insurrección
No obstante, el intento por retomar la normalidad legislativa se vio empañado por una insurrección en el pleno, marcada por enfrentamientos entre bancadas y la denuncia de la diputada Maribel Espinoza, quien acusó a la Junta Directiva de impedirle presentar una moción que exigía investigar a las Fuerzas Armadas por su rol en las irregularidades del pasado 9 de marzo.
Ante el creciente desorden, el vicepresidente del Congreso, Hugo Noé Pino, decidió suspender abruptamente la sesión. “Yo no me voy a prestar al circo que algunos diputados quieren hacer en este Congreso, se suspende la sesión y se convoca para mañana”, declaró, mientras abandonaba el estrado bajo el ruido de gritos cruzados.
La tensión en el Legislativo deja en evidencia que, pese al reinicio de actividades, las fracturas políticas siguen latentes, y los próximos días podrían estar marcados por nuevos enfrentamientos dentro del hemiciclo.