Tegucigalpa. El Ministerio Público, a través de la Sección de Muerte de Menores de la Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida, obtuvo una condena de 11 años, 7 meses y 15 días de prisión para Víctor Antonio Fúnez García, de 20 años, quien conducía un bus escolar que provocó un trágico accidente en la capital.

El hecho ocurrió en la mañana del viernes 15 de noviembre de 2024, alrededor de las 5 de la mañana, en la calle principal de la colonia La Fuente de la capital.

Fúnez García perdió el control de la unidad escolar, lo que provocó que el vehículo cayera a un precipicio. En el trágico suceso la menor Miryan Elizabeth Gómez Ramos que trabajaba como niñera para los estudiantes del centro educativo, perdió la vida.

Según el informe técnico de la Dirección de Vialidad y Transporte, el conductor manejaba en condiciones prohibidas por la ley. Las investigaciones del Ministerio Público revelaron que Fúnez García conducía bajo los efectos del alcohol y no atendió las condiciones de seguridad vial, lo que resultó en el fatal accidente.

En la audiencia, el joven Fúnez García decidió declararse culpable de homicidio con dolo eventual en perjuicio de la menor Gómez Ramos.

Esto significa que, aunque no tenía la intención directa de matar, el conductor asumió el riesgo de que su comportamiento pudiera causar la muerte de alguien, ya que estaba consciente de las peligrosas condiciones en las que conducía, pero continuó con su acción de todos modos.

A veces  la irresponsabilidad puede desencadenar una tragedia. En este caso específico un joven de 20 años, con toda la vida por delante, ahora deberá cumplir 11 años de prisión debido a su imprudencia. Por otro lado, la familia de la joven Gómez Ramos, quien también era apenas una menor sufre una pérdida irreparable.

Este caso nos recuerda la importancia de ser conscientes de nuestras acciones. Especialmente los conductores, quienes deben entender que sus decisiones no solo afectan sus vidas, sino que también pueden poner en riesgo las de otras personas.