Tegucigalpa. La tragedia ocurrida el pasado 23 de marzo en la carretera CA-5, cerca de Amarateca, ha sacudido a la opinión pública: una madre, identificada como Amsi Merari Palomo Castillo, enfrenta proceso judicial por homicidio imprudente, tras provocar un accidente bajo los efectos del alcohol que terminó con la vida de su propia hija.
La Fiscalía Especial de Protección a la Niñez y Adolescencia (FEP-NIÑEZ) obtuvo esta semana auto de formal procesamiento contra la imputada, luego de que se confirmara, mediante análisis clínicos forenses, que conducía con niveles elevados de alcohol en sangre. El hecho, según informes de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), ocurrió cuando Palomo perdió el control de su vehículo e impactó contra tres automóviles estacionados, provocando la muerte de la menor y dejando a otras personas heridas, además de cuantiosos daños materiales.
El Ministerio Público subrayó que este lamentable incidente evidencia la irresponsabilidad de quienes, pese a estar bajo efectos del alcohol, deciden manejar, poniendo en peligro no solo su vida sino también la de terceros, incluso familiares cercanos.
Pese a la gravedad del suceso, el delito de homicidio imprudente, según la legislación hondureña, conlleva penas bajas, por lo que durante la audiencia inicial la imputada no fue enviada a prisión, sino que enfrentará el proceso bajo medidas sustitutivas, lo que le permite defenderse en libertad.
Este caso ha despertado críticas entre sectores ciudadanos y defensores de la niñez, quienes cuestionan la debilidad de las penas ante delitos que, aunque no dolosos, tienen consecuencias devastadoras. Mientras tanto, el proceso legal continúa y la sociedad exige justicia.